Poco a poco los Chromebooks están ganando en fabricantes aliados y en demanda. Sin ser un fenómeno de masas ha conseguido entrar en sectores donde un equipo con Internet es más que suficiente para trabajar. Pero todavía hay marcas reticentes. Es el caso de Apple. ¿Por qué no se lanza Chromebooks de Apple?.
Aunque Apple nunca ha dicho abiertamente que no al lanzamiento de su propio Chromebook, tampoco ha dicho que sí. El misterio que siempre rodea a la marca puede ser una de las razones por las que no sabemos nada pero seguramente hay más de un argumento fundamental para no comercializar Chromebooks de Apple. Los vemos.
Valor de marca detrás del no
La principal barrera para que Apple no apueste por los Chromebook es su imagen de marca. Posicionados en la parte alta de la tabla, la compañía de Steve Jobs siempre se ha caracterizado por productos caros. Un precio justificado por su calidad tanto en el diseño como en la tecnología pero a fin de cuenta para usuarios de presupuestos elevados.
Por más que haga tímidos intentos con el iPhone 5c -el smartphone barato de la casa está disponible desde 549 euros-, a los de Cupertino no les interesa el mercado de bajo coste. Lo demuestra las tarifas de su portfolio siempre por encima de la media.
Ser una marca con imagen de alta calidad no es sinónimo de que no quiera estar en nichos claves como la educación. De hecho, Apple propone ofertas para que los estudiantes se hagan con su tecnología. Propuestas que muestran el interés de la marca de estar en las aulas donde se mueve mucho dinero pero quizás no tanto como para adquirir Macs o iPads.
Sin embargo, los Chromebooks le están tomando la delantera en los colegios. El PC Linux mejor vendido cuenta con una baza esencial: precios asequibles que los hacen productos más golosos para la vuelta al cole. Ordenadores que tienen todo lo necesario para la formación por mucho menos. Y ese es un problema para Apple.
Aún así no parece que quiera apostar por Chromebooks de Apple. Su estrategia va más encaminada a ofrecer buenos descuentos por equipos con quizás demasiadas prestaciones y poca robustez para el trasiego de los escolares.
Por supuesto hay más argumentos. Aliarse con Google para crear un ordenador es una forma de darle la mano a un competidor. Un camino que no entra en los planes de Apple, compañía poco dada a ser amiga de sus amigos. Y mucho menos Google que va entrando en todos los terrenos donde el fabricante de la manzana también está.
