Las tiendas on-line han hecho que la logística sea un parámetro clave de éxito. Ejemplos como Amazon demuestran lo importante que es no solo contar con un almacén lleno de stock sino también elegir bien. Contar con un lugar adecuado y bien gestionado nos ayudará a ser más competitivos.
Para poder elegir bien el lugar que pronto será nuestro almacén de logística hemos seleccionado una serie de parámetros a evaluar y tener en cuenta. Tener todos controlados nos ayudará a ser más eficientes en la búsqueda, transporte y entrega de productos.
Ubicación clave
Por regla general, los grandes almacenes de logística están fuera de los núcleos urbanos pero en zonas de comunicación estratégicas. Una situación plenamente pensada para ser efectivos y rápidos.
Por ejemplo, Amazon cuenta con un centro logístico en San Fernando de Henares, una población en el extrarradio de Madrid pero muy próxima al aeropuerto con un gran polígono industrial donde alojar los 32.000 metros cuadrados de superficie que dispone. Y es ahí donde reside el valor añadido.
Pensar dónde debe estar nuestro punto de almacenaje es tan decisivo que puede marcar la diferencia de llegar a tiempo o llegar tarde. Debemos buscar el mejor sitio que equilibre un precio ajustado con una ubicación estratégica para movernos nuestros pedidos.
Condiciones: luz y temperatura
Los productos tecnológicos, en concreto, tienen sus necesidades lumínicas y térmicas. Tener claro este punto nos ayudará a aclimatar nuestro almacén o buscar uno que, por ejemplo, no tenga enormes ventanales por donde pueda entrar el sol y dañar las pantallas de nuestros tablets o donde la temperatura pueda ser constante todo el año.
Estos parámetros que, a priori, pueden ser sencillos de comprender pueden traer de cabeza a muchos vendedores. De ahí que tenerlos presentes en todo momento nos ayudará a valorar la climatización del lugar o la orientación.
Protección
Si queremos que un televisor llegue en perfectas condiciones al cliente final, debemos tomar medidas para que así sea. No solo hará falta mantenerla en un lugar con una condiciones adecuadas sino también con una protección. No es muy efectivo colocarlo en el borde de una estantería o a 3 metros de altura.
Antes de almacenar cualquier producto, debemos considerar que medidas estándar o adicionales de protección debemos adoptar para que no sufra ningún desperfecto.
Además, la seguridad es básica en un almacén en muchos sentidos; por un lado, para evitar robos o incidencias con los productos es necesario tener un control en todo momento. Por otro lado, es fundamental tener políticas de seguridad vial si tenemos operarios con montacargas o de salud laboral para los empleados que cargan con pedidos de volumen.
Sistemas de transporte
Tampoco nos podemos olvidar del transporte. Aunque muchos productos tecnológicos se pueden llevar en la mano no es la forma más efectiva de hacerlo. Buscar la mejor relación entre tiempo-transporte nos ahorrará muchos paseos inncesarios.
Así debemos establecer políticas de transporte que gestionen los pedidos. Tanto en la selección de productos a enviar dentro del almacén como en la distribución de los pedidos.
Comunicación y gestión
Muy enlazado al anterior punto ya que es una forma de gestionar la distribución de los artículos. Contar con un sistema de comunicación interno y externo que nos ayude a saber dónde están los operarios o cuáles son las rutas que van a hacer nos hará más productivos y rápidos en el momento que surja un imprevisto.
Tampoco debemos olvidar los sistemas de gestión propios de la logística. Etiquetas RFID conectadas a programas de administración nos mantendrán siempre informados de cuánto stock tenemos, dónde está y cómo localizarlo rápidamente.
En este sentido, un ejemplo a seguir es IKEA. La gran superficie del hogar mantiene una perfecta sincronización en sus almacenes con el que da un servicio al público.
