Estar preparados para el ataque que está por venir ya no es suficiente. Al menos así lo ven cada vez más empresas, según hacen constatar en un informe de Gartner. De hecho, el 40% de las grandes corporaciones buscará soluciones de seguridad agresivas para luchar contra el cibercrimen. El futuro se llama seguridad activa.
Los responsables de seguridad cada día son más conscientes de que la protección por si sola no sirve. Es necesario contar con herramientas que detecten los posibles ataques y los neutralicen antes de que pueda ocurrir una catástrofe. Con ello buscan eliminar en la medida de lo posible la interrupción de procesos internos y externos.
Así lo explica Paul Proctor, vicepresidente y analista distinguido de Gartner:
«Evitar totalmente un ataque corporativo es imposible, por ello el nuevo enfoque está en la detección y respuesta que se está construyendo desde hace varios años. Con estos patrones de ataque y apoyo se evita poner en compromiso a la corporación».
Y es que la seguridad activa no es solo antivirus, firewall o gestión de vulnerabilidad sino también soluciones que permitan detectar y dar una rápida respuesta a esta nueva realidad. Una protección completa.
Esta nueva seguridad activa se hace más necesario en plena era de Internet de las cosas donde todos los dispositivos estarán conectados. Llamadas y redes de datos que necesitarán no solo estar protegidas sino también alertadas de los posibles daños que les pueden llegar.
Con esta realidad, los proveedores de seguridad deben estar preparados para dar una solución adaptada. Además, los partners deben tener claro que ya vale securizar por securizar. Hace falta mucho más para que las corporaciones realmente estén seguras.
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