El retorno de inversión es el eterno parámetro que toma las decisiones en las empresas. Dependiendo de este criterio, muchas organizaciones deciden ir al cloud o no. Pero ¿Realmente tienen efectos sobre los resultados corporativos? ¿Hasta qué punto puede ser más rentable estar en la nube?
Precisamente sobre este ha sido el análisis de un un estudio de Economist Intelligence Unit, patrocinado por Google (PDF). La investigación revela que el 38% de las empresas a nivel mundial ya está en cloud. Aunque en España estamos un poco por encima de la media, se espera que el nivel de adopción llegue al 45% de las organizaciones en menos de tres años.
Pese a que solo el 16% confía plenamente en la nube, en general las empresas consideran que es un medio para caminar hacia la transformación digital. De hecho, el 62% de los consultados considera que el cloud puede suponer una ventaja competitiva en los negocios.
En 2019 el 45% de las empresas estará en cloud
Sin embargo, todavía hay mucho trabajo por hacer. La siguiente gráfica así lo demuestra viendo como todavía el porcentaje de negocios que tienen un retorno de inversión con el cloud no alcanza ni el 20%, quizás porque pocos saben implementar estrategias optimizadas. Un índice que es solo ligeramente más alto en otras áreas como el modelo de negocio o la agilidad.
¿Y la rentabilidad?
Al comparar las empresas que están en la nube con las que no, el informe destaca varias conclusiones. Por un lado, las compañías que han apostado por aplicaciones o plataformas cloud han conseguido reducir costes, lo que da puntos positivos a esta tecnología.
El estudio también corrobora que los negocios cloud pueden adaptarse a mejor a los cambios. De hecho, los ratios de colaboración, tiempo de respuesta en el mercado y agilidad mejoran mejoran a medida que las organizaciones van aprovechando las virtudes de la nube.
Pero el cloud no solo ha favorecido en materia económica. Las empresas que ya están en la nube admiten que han ganado en agilidad, gestión de riesgos, reputación y capacidad para innovar. Temáticas todas ellas que influyen de forma indirecta en la cuenta de resultados.
No obstante, la nube corporativa todavía se enfrente a barreras clásicas: preocupación por la seguridad y los datos, desafíos entorno a la regulación y la incapacidad de integrar los sistemas on-premise actuales con un nuevo modelo basado en cloud. Y es ahí justo donde debe trabajar el canal de distribución.
