Es oficial, la conocida cadena GameStop cerrará 150 tiendas a lo largo de este mismo año, una medida drástica que en realidad no es más que una respuesta natural a las continuas caídas en ventas que vienen sufriendo desde hace meses.
La situación no es alarmante pero tampoco positiva, ya que las acciones de la compañía han experimentado una bajada del 12% y a fecha de escribir este artículo no daban signos de recuperación clara.
Según podemos leer en la fuente original las ventas globales de GameStop han experimentado una caída del 13,6% año sobre año (2016 frente a 2015), lo que se traduce en unos ingresos totales de 3.050 millones de dólares.
En GameStop han intentado explicar los malos resultados señalando a varios culpables; las promociones de consolas con juegos incluidos, la falta de nuevos lanzamientos de juegos «atractivos» durante los últimos meses, las campañas con descuentos «agresivos» de otros fabricantes y obviamente la mayor competencia.
Dicha competencia le viene desde varios frentes, pero hay uno en especial que está adquiriendo un protagonismo cada vez mayor. Hablamos de la comercialización de juegos online, un formato que presenta ventajas claras para el consumidor y que cuenta cada vez con más usuarios.
Haciendo un repaso final con todos los números en la mano podemos dar también dos datos interesantes, el primero es que las ventas de hardware de GameStop en 2016 bajaron un 29% y que las ventas de software hicieron lo propio en un 20%.
Sin embargo no todo fue negativo, ya que el negocio de tecnología de GameStop, que incluye teléfonos móviles vendidos directamente a través de sus tiendas, creció un 44%. También aumentó la venta de figuras y material coleccionable en un 28%, gracias al interés que generaron franquicias como Pókemon.
Esos resultados suponen como dijimos que GameStop cerrará 150 de sus 7.500 tiendas de videojuegos, pero ha animado a la compañía a abrir 65 nuevas tiendas dedicadas a «Marcas Tecnológicas» y 35 a coleccionables.