De los 21.500 millones de dólares invertidos en ciberseguridad en 2016 en Europa Occidental, un 34% fueron a parar a manos de 15 grandes integradores. Entre ellos nos encontramos con SecureData, NTT o SecureLink que consiguieron aprovechar la aceleración. Un sector que crece a un ritmo del 8% en la región.
El 66% del sector es llevado por una larga cola de proveedores tanto especializados como generalistas. Una buena base en la que la oportunidad está en la implementación de servicios de seguridad gestionada así como la integración con clientes paneuropeos que necesitan más protección frente a los 176 ataques que McAfee detecta cada minuto.
El estudio, elaborado por PwC, habla de los rasgos en los que más se fijan las empresas a la hora de buscar un proveedor de ciberseguridad. Entender las necesidades, reputación y consejos del fabricante son los criterios fundamentales. En el caso de España además los clientes tienen en cuenta la variedad y amplitud de catálogo.
Ciberseguridad gestionada
Los datos revelan un entorno en el que los servicios aceleran su crecimiento debido a una alta demanda tanto en grandes como en pequeñas compañías. Con un 38% de la inversión prevista para este entorno, el clima es más que positivo entre los clientes finales.
El 63% de las empresas europeas que todavía no tienen una seguridad gestionada prevén que en el plazo de entre 12 y 36 meses estén invirtiendo en estos servicios. España, muy en línea con sus países vecinos, invertirá el 30% en este tipo de protección en 2017.
Como proveedores de seguridad, enfocarnos en los servicios gestionados tendrá que ser una obligación. Además, la cobertura paneuropea es un valor más; 8 de cada 10 clientes así lo ven debido a la estabilidad y eficiencia operativa que pueden ofrecer.