Los procesadores personalizados se han convertido en un nuevo tipo de producto que se está empezado a comercializar de forma totalmente pública, un movimiento que confirma una vez más el tirón que tienen entre los consumidores las soluciones personalizadas.
Dicho tipo de soluciones no son algo nuevo y de hecho en sectores como el mercado smartphone llevan unos años funcionando a pleno rendimiento, pero los procesadores personalizados que están comercializando el overclocker Der8auer y el minorista alemán CaseKing.de suponen todo un punto de inflexión.
De momento su catálogo se limita a procesadores serie K de la octava generación de Intel y se ofrecen en versiones distintas con precios diferentes.
Las más completas son aquellas que incluyen procesadores que han sido abiertos para sustituir la pasta térmica por Liquid Metal, y cuentan además con un IHS (superficie de contacto con el disipador) personalizado que está fabricado en plata.
Esos dos cambios suponen una mejora importante que da a los Core i7 8700K y Core i5 8600K un plus de calidad y un toque premium que no tienen los procesadores de referencia, y además han sido probados para comprobar su tope de overclock por lo que garantizan una frecuencia máxima concreta (5,2 GHz en el mejor de los casos).
Con estos procesadores CaseKing.de se centra en un nicho de mercado muy concreto, el de los consumidores entusiastas que no se conforman con tener un procesador potente, sino que quieren tener lo mejor y no les importante el precio a pagar por ello.
En el caso del Core i7 8700K con Liquid Metal, IHS en plata y 5,2 GHz garantizados el coste roza los 870 euros, más del doble de lo que vale dicho procesador en su versión estándar.
