Microsoft dejará de fabricar Kinect, el periférico que debutó con el lanzamiento de la consola Xbox 360 y que pretendía revolucionar el sector de los videojuegos.
Un dispositivo que ofrecía nuevas experiencias con su sistema de control basado en el sensor 3D, reconocimiento de gestos, comandos de voz, objetos e imágenes, pero cuya unión indisoluble y su alto precio en el lanzamiento de la consola penalizó enormemente las ventas.
Consciente, Microsoft lo separó de la Xbox para rebajar su precio. y permitió a Sony con la PS4 obtener una distancia insuperable en las últimas generaciones de consolas.
Ello no quiere decir que Kinect no fuera un periférico sumamente interesante que aporta un valor adicional al de la consola. O por sí solo, utilizándolo en su versión para Windows. Una versión específica que fue eliminada hace tiempo (por redundante) porque la versión de consola puede utilizarse en un PC simplemente con un cable adaptador.
Aunque la Kinect sea eliminada como hardware, Microsoft está apostando fuerte la tecnología que la sustenta y que no es otra que la de los HoloLens y su versión para consumo bajo Windows Mixed Reality, una plataforma resultado de la apertura de Windows Holographic a OEM, ODM y socios de hardware para la creación de todo tipo de dispositivos, principalmente cascos de realidad mixta de sus grandes socios como Lenovo, HP, Acer, Dell y ASUS.