Las ventas del Apple Watch en 2017 habrían superado las previsiones de los analistas. Según los datos de Canalys, Apple habría vendido 18 millones de unidades para un incremento interanual del 54 por ciento para ofrecer, de paso, un impulso importante a los gadgets de vestir.
Apple Watch se convirtió en el reloj inteligente más vendido prácticamente desde su lanzamiento. Sin embargo, las ventas no fueron las esperadas por los de Cupertino en un primer modelo con importantes carencias que no convenció a los usuarios. Las sucesivas versiones mejoradas han conseguido encumbrar a Apple a la cabeza de wearables, superando a marcas como Fitbit y Xiaomi que venden pulseras cuantificadoras de menor coste.
Ha habido que esperar dos generaciones hasta que el Apple Watch Series 3 haya mostrado las verdaderas posibilidades de estos relojes inteligentes. Un dispositivo mejorado en rendimiento, autonomía, integración con el asistente Siri, capacidades para registro de actividad deportiva y parámetros de salud, y especialmente en conectividad, con la esperada llegada de banda ancha móvil LTE y UMTS, que le permite una mayor independencia de los móviles inteligentes, iPhone.
Las mejoras en prestaciones y en su distribución ha conseguido una mayor recepción como muestra los datos de Canalys:
Las mayores ventas se han producido en Estados Unidos, Japón y Australia, y en menor medida en el Reino Unido, Francia y Alemania. El Apple Watch series 2 sigue siendo el más vendido gracias a la importante rebaja de precio que practicó la compañía en el lanzamiento de la última generación.
Datos de venta interesantes que pueden impulsar todo el sector del wearable, aún teniendo en cuenta que estos gadgets de vestir siguen siendo un accesorio frente a un teléfono inteligente al que se conecta y que sí ha convertido en una necesidad en la mayoría de nuestras vidas por el aumento de funciones mucho más allá de las comunicaciones por voz.
