La evolución de los SSDs ha pasado por diferentes fases. En sus inicios los altos precios de venta, su baja capacidad comparados con los HDD y su dudosa fiabilidad los convertía en una opción poco interesante para el mercado de consumo general, pero este escenario ha cambiado por completo.
Gracias al desarrollo de nuevas tecnologías y a los nuevos procesos de fabricación los SSDs se han convertido en la opción más popular en la mayoría de los niveles del mercado de consumo general, y también del profesional.
No hablamos sin motivos, los últimos datos que ha publicado CONTEXT confirman que la tasa de adopción de unidades SSD en portátiles sigue creciendo en Europa Occidental. El 63% de los portátiles que se vendieron durante el primer trimestre de 2019 utilizaban al menos un SSD, una cifra que representa un crecimiento importante frente al 50% registrado durante el primer trimestre de 2018.
Si hacemos números nos damos cuenta de que esto representa un aumento del 13% año sobre año, pero es importante darle un poco de contexto para entender mejor el escenario general que se vivió durante ese primer trimestre.
En este sentido el informe presentado por CONTEXT indica que los portátiles con unidades SSD de mayor capacidad no superaron a las versiones con unidades de mejor capacidad, pero experimentaron un aumento considerable Si hablamos de cifras concretas nos encontramos con que los portátiles con unidades SSD de 256 GB crecieron un 32% frente al mismo periodo del año anterior, mientras que los modelos con SSDs de 512 GB crecieron un 69%.
El auge de los equipos con unidades SSD se debe no solo a las ventajas que ofrecen frente a un HDD tradicional, también a la importante reducción de precios que ha vivido el sector. Por ejemplo, el precio medio de venta de un distribuidor de unidades SSD de 256 GB bajó de 80 euros en el primer trimestre de 2018 a 52 euros en el primer trimestre de 2019, y lo mismo ocurrió en ese periodo con las unidades de 512 GB, que pasaron de costar 164 euros a caer hasta los 100 euros.
Se espera que las tasas de adopción de los SSD, incluidos aquellos con mayores capacidades, aumenten de forma gradual debido a una reducción de precios continuada durante los próximos trimestres.
