El declive de los tablets está en marcha. Durante este año estamos viendo una desaceleración que, parece que se frenará en los últimos trimestres del año, pero que continuará durante los próximos años. Serán los tablets de menos tamaño así como las opciones de marca las que verán reducida su demanda a favor de las marcas blancas, según los análisis de Digitimes Research.
Las previsiones apuntan a unos 130 millones de tablets enviados en 2020. Un volumen que irán en descenso de un 2-3% cada año hasta 2024 cuando estemos hablando de unas ventas de 120 millones de unidades.
Apple seguirá llevándose la gran parte de las ventas de tablets a nivel mundial. Sin embargo, no se espera que el iPad sea un estimulador de la demanda porque tampoco se prevé que las novedades integradas en el dispositivo móvil sean muy atractivas para el consumidor.
En 2020 se enviarán 130 millones de tablets; en 2024, 120 millones
Los tablets de marca blanca verán ralentizada su demanda en 2020 por el auge de los smartphones de gran pantalla y alternativas como las Fire Kindle de Amazon. Productos que reemplazarán la necesidad de contar con una opción de marca blanca.
En el lado opuesto veremos un auge de los tablets de 10 pulgadas en 2020. No solo por el iPad de 9,7 pulgadas asequible de Apple sino también porque cada vez habrá más alternativas en este sentido dirigidas a segmentos como la educación. En este sentido, se verá un crecimiento de la oferta basada en Windows con fabricantes a la cabeza como Lenovo.
¿Y en España?
Aunque no conocemos la tendencia de futuro esperada para nuestro mercado, si que podemos decir que en los últimos años hemos ido a contracorriente. Mientras los dispositivos ralentizaban o descendían en ventas a nivel global, en España se seguía demandando dispositivos para adaptarse a la manida transformación digital. No en vano, este nicho es uno de los que más creció durante el primer semestre de 2019. En 2018 además la demanda de tablets a través del canal de distribución creció casi un 30%.
Pese a que no debemos de dejar de mirar lo qué pasa fuera de nuestras fronteras, también debemos ser consciente de lo que vivimos en nuestro mercado natural. Y en España todavía somos un país de ordenadores, smartphones y tablets. Un territorio donde, aunque entren nuevas oportunidades de negocio tecnológico, hay un parque muy importante que mantener y renovar.
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