Los wearables en forma de relojes inteligentes o pulseras deportivas ya inundan las tiendas de cara a ser un fenómeno en la campaña navideña. Sin embargo, la tecnología que se lleva puesta no tiene por qué ser solo un recurso de venta sino que puede ir mucho más allá ayudando a los vendedores a ser más eficientes.
Y con esa perspectiva lo analizamos en este artículo. Con el objetivo de buscar su lado más práctico para las tiendas, hemos desglosado los posibles usos que se le pueden dar en el mundo retail a los wearables. Todos ellos formas de demostrar que estamos a la última en tecnología además de mejoran la experiencia para con el cliente.
Aunque es cierto que todavía los relojes inteligentes, en particular, y los wearables, en general, necesitan una evolución -veremos qué pasa cuando llegue el Apple Watch con la posible integración de Apple Pay-, tener en cuenta que se pueden convertir en una herramienta muy útil es esencial para mejorar procesos.
Producción y logística
Desde que se comenzó a hablar de las Google Glass se ha apuntado a entornos de producción como una de las industrias que más se puede beneficiar. Fábricas de producción o almacenes de gestión de artículos pueden utilizar estas gafas para conseguir mejorar la productividad de los empleados y ser más eficientes teniendo todo actualizado.
En nuestro caso, si somos un pequeño fabricante, distribuidor o tienda podemos utilizar un wearable para registrar pedidos, visualizar posiciones dentro del almacén o buscar nuevos espacios para productos. Todo un mundo del que aprovecharnos para mejorar los procesos de producción y logística.
Además de las Google Glass, los relojes inteligentes también nos pueden ayudar. Consultar pedidos o conocer el último trámite que está entrando por la plataforma web son opciones que se pueden visualizar mientras, por ejemplo, estamos ordenando el almacén o buscando otros productos.
Compra directa
Los wearables también nos pueden ayudar directamente en el día a día de la tienda. A medida que las aplicaciones para estos dispositivos y ellos mismos van mejorando, podemos añadir opciones interesante para los vendedores.
Ayudar a un cliente desde un smartwatch a buscar un determinado artículos o crear una alarma para estar pendiente de la entrada de un producto para vender son cuestiones que ya podemos tramitar.
Realidad aumentada
El mundo de la realidad aumentada tiene más sentido aún con los wearables, sobre todo, las gafas inteligentes de Google. Poder enseñar en vivo y directo un producto que no tenemos en tienda, cambiar de color a un equipo o personalizarlo ya es posible. Un hecho que aportar valor añadido y puede ser decisivo en un cliente medio convencido.
El futuro por delante
Como decíamos los wearables están en un primer estadio de un mercado inmaduro que necesita un recorrido para ser realmente rentable para el retail. Y es ahí, en el futuro, donde se esperan muchas aplicaciones, herramientas y dispositivos que ayudarán a mejorar la experiencia de compra, dar más valor y mejorar los procesos.
Mientras tanto conocer las posibilidades que dan los actuales wearables y estar preparados para adaptarnos a lo que está por venir en breve deben ser dos premisas claras para un sector como el retail en el que estar a la última es decisivo.
