Este fin de semana se han cumplido 40 años desde la fundación de Microsoft por Bill Gates y Paul Allen. Cuatro décadas de evolución que han convertido a la compañía en uno de los gigantes de la tecnología mundial, con ingresos anuales superiores a los 83.000 millones de dólares, negocio en todo el planeta y más de 100.000 empleados repartidos en 103 ciudades dirigidos desde su sede de Redmond.
Ya ha llovido desde la fundación de Microsoft y el lanzamiento de sus primeros productos enfocados a la programación de software con los intérpretes BASIC y compiladores de COBOL y Fortran. A partir de ahí, Microsoft ha producido una gran cantidad de software como su primer producto de éxito masivo, DOS, que fue el comienzo de una larga historia de sistemas operativos, con dominio absoluto de los escritorios informáticos con un Windows que supera el 90 por ciento de cuota de mercado.
También destacadas sus soluciones ofimáticas con la suite Office que cumplió recientemente 25 años en el mercado con un lanzamiento inicial para los Mac de Apple. No era la suite integrada que ahora conocemos, sino una forma de juntar aplicaciones para que el precio final fuera más atractivo, incluyendo inicialmente el procesador de textos Word, la hoja de cálculo Excel y el software de presentaciones PowerPoint. Hoy en día es la más popular del mercado, se extiende en todo tipo de plataformas y dispositivos y es la principal fuente de ingresos de su división para empresas.
Aunque el software sigue siendo su gran activo, Microsoft cuenta también con una división entretenimiento y dispositivos con el ecosistema de juegos Xbox a la cabeza, smartphones con el sistema operativo móvil de la compañía, periféricos como ratones o ratones, y más recientemente la línea propia de tabletas electrónicas Surface.
También ha habido sombras en los cuarenta años de Microsoft, con acusaciones y multas por prácticas monopolísticas aprovechando su posición de dominio de mercado de Windows y la inclusión por defecto de los navegadores web. También criticada por sus tácticas de negocios descritas por la propia empresa con el lema de «Adoptar, extender y extinguir». Fiascos de productos como Windows Me, Windows Vista y Surface RT, y críticas al anterior CEO, Steve Ballmer, por no lograr impulsar el precio de la acción y por no impulsar la innovación en la compañía, son otros de los «debes» de la firma.
El nombramiento de Satya Nadella como tercer CEO de la historia de Microsoft, tras la reorganización interna ‘One Microsoft’, está provocando una evolución interesante hacia la «era de la productividad», cancelando oficialmente el mantra de los “dispositivos y servicios” impulsando por Steve Ballmer, apostando por reinventar la productividad como la clave para el futuro del gigante del software.
Claves que pasan por impulsar el crecimiento en búsquedas frente a Google; mejorar la relación con los OEM, mantener la fortaleza en empresas; impulsar la innovación; aumentar la presencia en movilidad con nuevos partners para Windows Phone o aumentar el precio de la acción.
Son los objetivos principales del «gigante del software» cuando se cumplen los primeros 40 años desde su fundación. Bill Gates ha enviado una emotiva carta a los empleados con este motivo y suponemos que la compañía celebrará diversos actos con motivo del aniversario.