Los contenidos en 4K todavía son un rara avis en España. Salvo honrosos casos como partidos de fútbol claves, películas de gran tirada o videojuegos, la tecnología va llegando con cuentagotas a consumidores que comienzan a ver la alta definición como normal y exigen más y mejor calidad de imagen. Pero ¿cuándo veremos su consolidación?
La industria del 4K generará un volumen de negocio de 33.000 millones de dólares durante este año. Lo calcula Research and Markets que espera que los valores crezcan a un ritmo anual del 26% hasta alcanzar los 106.000 millones de dólares en 2022.
El 4K generará 33.000 millones de dólares en 2017
Unos valores optimistas que nos aventuran a hablar de una buena adopción pero también nos recuerdan que «torres más altas» como la de 3D cayeron y que la precaución debe ser una máxima. Aún así vamos a ver cuáles son los actuales usos y por qué esta tecnología puede tener mejor destino que otras.
Los terrenos más explorados
Aunque fue la industria del cine la primera en adoptar estas resoluciones allá por 2003, no fue hasta 2013 cuando vimos el primer televisor 4K. Fue el fabricante chino Changhong quien lanzó los primeros modelos. Antes, Sharp ya trabajaba con paneles 4K en 2001. Después vinieron todos los grandes LG, Samsung, Sony, Sharp o Panasonic. Ninguno se quería perder esta tendencia relegada a las gamas más altas de sus catálogos.
Anteriormente, YouTube había hecho pinitos con la retransmisión en streaming de contenidos 4K o algunas cadenas de televisión norteamericana con programas especiales. Cuatro años después del primer televisor podemos decir que el 4K es un estándar más. Si bien es cierto que no está democratizado ni mucho menos, ya vemos que figuras como Netflix o HBO hacen un esfuerzo extra para ofrecer muchos de sus contenidos en Ultra HD. Con este tipo de servicios en auge, se espera que en 2019 el 25% de los europeos cuenten con un televisor capaz de retransmitir en esta resolución.
Pero el 4K no se queda solo en los televisores. La expansión de este tipo de resolución se ha adoptado en muchos otros sectores. A día de hoy podemos ver proyectores o monitores. La industria de los videojuegos o el cine ha continuado explotando el tirón comercial de esta resolución de 4.000 píxeles con títulos para todos los colores y sabores. También Apple TV parece que está a punto de soportar 4K.
¿Por qué no será un fracaso?
Aunque no tenemos una bola de cristal para saber el futuro del 4K, es cierto que cuenta con ciertos indicativos que propician pensar que es un tipo de resolución que ha llegado para quedarse.
La primera gran ventaja es que 4K es una resolución que se nota. Si bien es cierto que las diferencias entre HD y este Ultra HD pueden ser mínimas para un ojo inexperto, las diferencia están ahí. Un primer aliciente, sobre todo, en ámbitos como los videojuegos o el cine donde el público es cada día más sabio y exigente.
No contar con ningún accesorio extra para percibir la calidad es otro punto a su favor. Uno de los motivos de fracaso de los televisores 3D fue precisamente la necesidad de tener que comprar unas gafas especiales. En este sentido, Jack Wetherill, analista senior de Futuresource Consulting añade:
«La posición de los fabricantes respecto al 4K es sólida. A diferencia del 3D, con esta resolución no es necesario utilizar gafas especiales por lo que es una tecnología mejor recibida por el consumidor a la hora de comprar un televisor».
Adicionalmente, estamos ante una resolución que se ha adoptado de forma unánime. Todos los fabricantes y proveedores de contenidos han entendido que es un paso más en la evolución de la imagen que aporta un extra de valor. Una posición masiva que ayuda a que la penetración sea más sencilla.
Como decíamos en un inicio, todavía no estamos ante un uso masivo ni mucho menos. Los precios, aunque han bajado, todavía son realmente altos para que este tipo de productos lleguen a un consumo de masas. Sin embargo, si es cierto que sus previsiones son tan buenas porque el propio mercado lo empuja y los consumidores lo asumen con agrado. Así, el futuro del 4K parece realmente bueno.