La próxima suite ofimática de Microsoft, Office 2019, solo se podrá instalar en equipos con Windows 10. Una decisión que puede tener varias lecturas estratégicas pero tiene una consecuencia clara: todo aquel usuario sin el último software de la casa se deja fuera de esta nueva versión.
Office 2019 tiene previsto llegar en el segundo semestre de 2018 con una beta en primavera. Un software que fue el anuncio más destacado de la pasada conferencia Ignite. Aunque se esperaba que Microsoft apostará de lleno por Office 365, su versión en la nube, el gigante volvió a presentar su opción más tradicional. Eso sí, ahora que parece que solo para todas las versiones de Windows 10 (consumo y empresa) además de la próxima actualización de Windows Server.
Junto con esta novedad, los de Redmond preparan cinco versiones de Windows 10 que se ajustarán tanto en especificaciones como en precio a las diferentes modalidades de usuarios que tiene el sistema.
¿Cuál es el objetivo?
El anuncio de Office 2019 tiene dos lecturas posibles: por un lado, el evidente interés de Microsoft por alzar Windows 10 a lo más alto del podio de sus sistemas operativos; por otro, la posibilidad de ir restando importancia a su suite ofimática local frente a su opción cloud que está dando unos resultados más que apreciables en los últimos trimestres.
Si nos atenemos a la primera hipótesis está claro que Microsoft ha dado en el clavo con Windows 10. Atrás quedó el fracaso de Windows 8 que le ayudó a construir una nueva versión mejorada con una actualización gratuita, histórica para la corporación. En mayo del año pasado el sistema operativo ya contaba con más de 500 millones de activaciones y una cuota de mercado, que sin ser la más alta entre los sistemas de la casa, va ganando adeptos.
Office 2019 puede marcar el fin de las suite ofimáticas en local
Y es que el interés por impulsar Windows 10 a toda costa no solo es evidente en esta decisión. Otros componentes exclusivos para el software son DirectX 12, Edge, Cortana, soporte para últimas generaciones de procesadores o los dispositivos de realidad virtual, Windows Mixed Reality.
Además de este evidente argumento, Office 2019 puede marcar también el camino hacia la desaparición de las suite ofimáticas instalados en los ordenadores. Hay varias razones para demostrarlo. No solo el auge de Office 365 nos lleva a pensar que el camino de este software de productividad está en la nube sino además el acortamiento del soporte ofrecido.
Mientras Office 2010, 2013 y 2016 tienen soporte extendido hasta 2020, 2023 y 2025, lo último que está por llegar tan solo contará con soporte hasta 2025, la misma fecha que la última edición actual. ¿Será así?
Imagen | Wccftech