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Apple no abandonará los paneles LCD IPS en 2019

Desde que se produjo el lanzamiento del iPhone X la industria y la propia cadena de suministros ha ido ofreciendo informaciones confusas sobre la estrategia de Apple en sus próximas generaciones de smartphones, sobre todo en lo relacionado con el uso de pantallas IPS y OLED.

El iPhone X ha sido el primer smartphone de Apple en utilizar una pantalla OLED, un paso que muchos consideraron como un indicador claro de que la compañía acabaría abandonando a corto o medio plazo el uso de pantallas IPS en sus terminales.

La idea tenía sentido pero las fuentes no se ponían de acuerdo. Algunos medios llegaron a decir que los iPhone de 2018 utilizarían únicamente pantallas OLED y otros se fueron a 2019, una fecha esta última que en general resultaba más razonable.

Sin embargo las últimas informaciones dan por hecho que los iPhone de 2018 utilizarán pantallas OLED y también pantallas IPS, y que Apple tampoco completará la transición a favor de las segundas en 2019 por dos razones muy sencillas: las «malas» ventas del iPhone X y el coste de los paneles OLED.

El uso de un panel OLED en el iPhone X acabó encareciendo el coste de fabricación del terminal y esto acabó siendo repercutido al consumidor con un aumento del precio de venta. Ni las novedades tecnológicas de dicho smartphone ni el salto al formato 19:9 fueron suficiente para cumplir los objetivos de ventas que se había marcado Apple y los resultados acabaron muy por debajo de sus expectativas.

La realidad es clara, la pantalla es uno de los componentes más caros de un smartphone y limitar un catálogo de productos a modelos con pantallas OLED y precios altos sería todo un error por parte de Apple, así que es perfectamente comprensible que la compañía vaya a seguir apostando por el uso conjunto de dichas pantallas y variantes IPS al menos durante un par de años más.

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