El valor y coste de las certificaciones TI

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Cualquier fabricante que se enorgullezca de tener un ecosistema de partners en su regazo habla de la formación como un valor más. Y es que los planes para que el canal TI conozca mejor las soluciones y tengan más capacidades comerciales y técnicas son una obligación en la actualidad. Pero ¿qué aportan? ¿qué pueden esconder detrás?

A ninguna compañía se le escapa que para trabajar en tecnología es necesaria una formación importante. Ya sea un negocio de integración, de desarrollo o simplemente de distribución con valor añadido, contar con un equipo cualificado y especializado es una ventaja competitiva clave. Sin embargo, detrás de esa especialización pueden surgir ciertos obstáculos que imposibilitan a los partners tener el nivel adecuado.

Años y años de formación

Además de la formación básica que debe tener un profesional TI, cada día son más esenciales las especializaciones en diferentes tecnologías o áreas. Analítica de datos, ciberseguridad o Cloud son algunas de las más generales más demandadas. Profundizando un poco más nos podemos encontrar con tecnologías de desarrollo en pleno auge como Java o Symphony. Por no hablar de metodologías de trabajo como Scrum o Kamban.

Conocer algunos campos de toda esta marabunta de opciones y especializaciones requiere de muchas horas de formación y actualización. Ya no son suficientes los cuatro años de media que puede durar un Grado. Es necesario aumentar ese tiempo con muchos más cursos concretos que actualicen las bases de los profesionales.

Y después, las certificaciones

A todo esto se le suma la formación específica requerida por cada fabricante. Con soluciones y mecánicas de trabajo diferentes, las marcas exigen a sus partners aptitudes concretas para que puedan acceder a ciertos privilegios. Las denominadas certificaciones que exigen tiempo y recursos a los partners, en muchas ocasiones, pagando.

Los partners, conscientes de que deben estar al día y para alcanzar ciertos objetivos de partnership, motivan estas formaciones entre sus empleados. Una inversión que en pequeñas y medianas compañías puede suponer un esfuerzo y tiempo muy preciado que se lo llevan desplazamientos a eventos presenciales o asistencia a webinar.

Las certificaciones requieren inversión de tiempo y, en ocasiones, dinero

Pero lo peor que le puede pasar a una compañía no es invertir tiempo y dinero en una certificación sino que ésta de un día para otro no valga para nada. Es por ello que los partners valoran los programas de canal de fabricantes estables que les garanticen que sus esfuerzos en formarse van a valer la pena en un futuro próximo.

Otro de los problemas a los que se enfrenta el canal TI en este sentido tiene que ver con la fuga de talento. No será el primer caso en el que la compañía invierte en un profesional para que venga otra empresa y se lo lleve por unas condiciones mejores. Una situación muy habitual, más aún en un mercado tan dinámico como el tecnológico. Una adversidad que se puede mitigar con políticas laborales atractivas.

Imagen | Christin Hume

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Coordinadora editorial de MuyCanal. Danzando día a día entre partners, mayoristas y fabricantes para profundizar en el canal de distribución tecnológico.