Las últimas noticias sobre el próximo iPhone 11 no parece que sean muy halagüeñas. Mientras Apple se toma con paciencia la obtención de piezas, muchos se plantean si esta calma tiene que ver con una ralentización de las ventas o la posibilidad de que los de Cupertino hayan perdido el fuelle para avivar el mercado smartphone. ¿Es así?
Por lo pronto, Apple lleva unos trimestres dando síntomas de desaceleración en las ventas de sus iPhone. Su producto estrella comienza a flaquear en un nicho que también va a la baja. La maduración del sector smartphone unido a la ausencia de grandes novedades -más allá de los modelos plegables que no terminan de llegar o el 5G que todavía no tiene un espectro real de acción- motivan esta situación.
Y es que, pese a la expectación que siempre generan los últimos iPhone, la falta de innovación, la ausencia de cambios a nivel de diseño y el alto precio de venta de los mismos en los últimos tiempos han hecho diluir el fanatismo de antaño. Unos parámetros que parece que se repetirán con un precio aún mayor en la versión 11, pero sin grandes novedades en el horizonte.
Con todo ello la actitud conservadora de Apple parece más que lógica. Una postura que invita a pensar que a Tim Cook se le han acabado las grandes ideas que Steve Jobs tenía para adelantarse a los tiempos creando nuevas necesidades como las aplicaciones móviles, por ejemplo.
Ante la falta de grandes novedades y con una penetración móvil muy alta en los países desarrollados, los consumidores han distanciado el periodo de reemplazo de dispositivos que a su vez han aumentado los precios para sostener estas caídas.
Una estrategia redirigida
Desde hace tiempo Apple es consciente del declive que vive su producto estrella dentro de un entorno también debilitado. Una realidad que le ha hecho poner el foco en otros ámbitos como los servicios de diferentes índole que cada día le dan más réditos en sus cuentas. De hecho, ya suponen su segunda fuente de ingresos.
La estrategia de Apple ha ido variando y en los últimos tiempos ha reforzado su propuesta alrededor de los servicios. Más opciones contenidos de entretenimiento o sistemas de pago para armar este espacio que suma una rentabilidad importante. Un camino que también están recorriendo otros como Amazon o Microsoft. Su objetivo es claro: equilibrar sus ingresos decaigan ya que el 60% provienen del iPhone. ¿Conseguirá pasar de ser un referente móvil a una compañía de servicios tecnológicos?