Actualizarse: cuando la formación TI se convirtió en negocio

La formación TI es un auténtico reto diario para aquellas empresas que viven de ello.  Proveedores de servicios gestionados (MSP), distribuidores o desarrolladores de software deben estar al día para poder trasladar lo último a sus clientes finales. Pero esta constante actualización TI lleva a que muchas veces se presione en exceso a los partners sin dejarles en definitiva hacer lo que realmente deben hacer: vender y crece en su negocio. Entonces ¿dónde está el término medio?

Si hablamos de un sector dinámico y en constante evolución, el tecnológico es uno de los que ocupa las primeras posiciones. La revolución tecnológica de la última década no tiene precedentes ni por su velocidad ni por su nivel de novedades lanzadas: el IoT, la Inteligencia Artificial, la nube o las redes sociales son algunos de los hitos de este periodo que han conseguido revolucionar el mundo, tal y como lo conocíamos. Unos avances que no cesan y obligan a todos los implicados a estar constantemente al día.

El canal de distribución se enfrenta a una continua necesidad de estar formándose siempre para poder ser competitivos y conseguir trasladar la oferta más innovadora. Más aún en tiempos de cambios impredecibles como los acontecidos el pasado año con la crisis sanitaria de la Covid-19. De hecho, en este momento, y según confirma una encuesta realizada por CompTIA, 4 de cada 10 empresas tuvieron que contratar a personal técnico. Durante este año se espera que la dos tercios añadan aún más trabajadores con perfil tecnológico.

La formación TI se ha convertido en un punto decisivo para subir de partnership

Pero la formación TI no es simplemente un desafío para el canal de distribución, sino también un negocio para fabricantes y mayoristas. No hay día que estos no alienten a sus partners a seguir formándose asistiendo a sus webinars para seguir reforzando conocimientos ya sean técnicos o comerciales. Cursos que, en la mayoría de los casos, hacen que los partners tengan que pasar por caja creando una fuente de ingresos más que interesante, sobre todo, en aquellas tecnologías más en boga. Algunos justifican este pago como una forma de dar exclusividad a las formaciones TI.

También son estos cursos un punto obligado para que aquellos distribuidores que quieran avanzar en la relación con los fabricantes dentro de sus programas. Así, los partners tienen que pagar cursos formativos que les certifiquen para subir de nivel y conseguir nuevos beneficios. Cierto es que a estos parámetros se suelen añadir otros como la facturación o una estrecha relación con la marca.

Por supuesto, esto no es nada nuevo para cualquiera que venda tecnología. El negocio montado alrededor de los cursos hace mucho tiempo que es una realidad. Los partners no solo tienen que invertir recursos humanos sino también económicos para conseguir estar al lado de aquellas tecnologías más demandadas. Aún así, hay fabricantes que optan por ofrecer sus cursos de forma gratuita ya sea porque no tienen el suficiente tirón para hacerlas de pago o porque consideran que es un aliciente para motivar al canal.

La brecha que no acaba

Pero la formación TI no acaba en los partners. Estos son solo un eslabón en la cadena de creación de una sociedad más digitalizada. En este sentido, suponen una pieza fundamental para que los conocimientos TI lleguen a las empresas y clientes finales. Y eso además de ser un punto clave para el canal TI también puede ser un servicio de valor que vender.

No es un secreto que todas las ofertas relacionadas con tecnología han aumentado en los últimos tiempos. La pandemia y la necesidad aún más apremiante de transformar digitalmente las empresas ha puesto en primera línea de batalla a los CIOs y por extensión, a los proveedores tecnológicos en cualquiera de sus versiones.

Pese a todos los esfuerzos realizados por la industria TI para estar formados, la brecha digital sigue siendo una realidad. Y es que trasladar los conocimientos tecnológicos de un proveedor a un cliente final y extenderlo por toda la organización es un desafío. Tanto es así que el 41% de las empresas consultadas por CompTIA ponen énfasis en la comunicación de nuevas habilidades tecnológicas y el 42% es consciente que tendrá que seguir reforzando estas capacidades para que el personal siga digitalizándose.

Es por ello que los partners tienen dos frentes abiertos: por un lado, seguir formándose para conseguir ser los más innovadores en un mercado tremendamente competitivo, pero, por otro lado, seguir siendo los evangelizadores de la tecnología entre sus clientes. Dos áreas igual de importante en las que equilibrar la inversión y el beneficio se convierte en un punto crítico de negocio.

Imagen | ThisisEngineering RAEng

Artículo AnteriorSiguiente Artículo
Coordinadora editorial de MuyCanal. Danzando día a día entre partners, mayoristas y fabricantes para profundizar en el canal de distribución tecnológico.