El Mobile World Congress (MWC) tendrá su sede permanente en Barcelona hasta 2030. A partir de ese año se realizará una renovación automática, si ninguna de las partes decide lo contrario.
La GSMA, organizadores del Mobile World Congress, el gobierno, la Generalitat de Catalunya, Ajuntamiento, Fira de Barcelona y Turisme de Barcelona, han sellado un nuevo acuerdo que garantizan la permanencia del MWC en la capital catalana hasta, como mínimo, 2030.
Sin embargo, todas las partes han manifestado su vocación de que este gran evento de la telefonía móvil cuente con su sede permanente en Barcelona en su cita europea por lo que, a partir de 2030, las renovaciones del acuerdo serían automáticas. Según el contrato, ese tratará de “renovaciones tácitas y automáticas” a partir de ese año.
Asimismo, el nuevo acuerdo actualiza las aportaciones de las diferentes administraciones públicas a la fundación Mobile World Capital Barcelona y que se fijan en ocho millones de euros por cada una de las tres administraciones. De esta forma se pasará de los 15 millones de euros que aportaban actualmente, cinco millones por cada administración, a 24 millones de euros. Unas aportaciones que se empezarán a aplicar a partir de 2025, ya que el contrato anterior dura hasta 2024.
El impacto del Mobile World Congress en Barcelona ha sido de 5.400 millones de euros desde 2006
Otro de los aspectos que contempla el nuevo acuerdo es la ampliación del recinto ferial de Gran Vía, cuyas obras empezarán este otoño y que se prevé que ya estén preparadas para la edición de 2026.
Asimismo, en este nuevo acuerdo también se contempla la reserva de 25.000 plazas hoteleras y el mantenimiento de los acuerdos de colaboración entre los sectores económicos de la ciudad y el congreso. No en vano, el MWC es uno de los eventos más importantes con las que cuenta Barcelona ya que, solo en los últimos 16 años, puesto que su primera cita en la ciudad condal fue en 2006, el impacto económico ha sido de 5.400 millones de euros de beneficios, creando más de 141.000 empleos a tiempo parcial en la ciudad y sus alrededores.
Según datos de la organización, solo en la última edición, celebrada del 27 de febrero al 3 de marzo, generó un impacto económico de 267 millones de euros y alrededor de 7.100 puestos de trabajo temporales.
El Mobile World Congress coge impulso
Una vez de vuelta a la normalidad, los organizadores confían en que el Mobile World Congress vuelva a coger el impulso que tenía antes de la pandemia, con lo que la cifra de asistentes volvería a los niveles prepandémicos. Con ello, las previsiones que manejan para la próxima edición, que tendrá lugar del 27 de febrero al 2 de marzo, es de contar con alrededor de 80.000 visitantes.
Con el anuncio de este nuevo acuerdo al que han llegado las diferentes partes, se pone fin a años de rumores en los que se apuntaba que el evento podría trasladar su celebración a otras ciudades aprovechando el fin del contrato que mantenían, que expiraba en 2024.
Sin embargo, tras el paréntesis debido a la pandemia, cabe recordar que fue la primera gran cita que se suspendió ante la llegada de la COVID-19 a España, el MWC regresó en su modalidad presencial el pasado mes de febrero. Una edición que contó con cerca de 60.000 asistentes, una cifra muy por debajo de los 109.000 que hubo en 2019, pero superior a los apenas 20.000 asistentes de la edición del pasado año que combinó el formato presencial y online.
Según ha explicado Mats Granryd, director general de la GSMA, el germen de esta decisión hay que buscarlo cuando, el 2020, la pandemia obligó a la cancelación de la cita. Fue en ese momento cuando la organizadora del evento, junto con las autoridades locales y nacionales, empezaron a trabajar para reforzar los lazos con la mirada puesta en convertir a Barcelona en la sede del Mobile World Congress durante ocho años más, y quizá de manera permanente.
