Terminada la feria IFA 2014 -la más importante de la industria celebrada en suelo europeo- es hora de resumir lo más relevante de un evento que marcará el sector tecnológico e informático para el resto del año.
La quincuagésima séptima edición del IFA no ha decepcionada, superando el cuarto millón de visitantes y alcanzando los 1.500 expositores de cuarenta países entre los más granado del sector.
Entre ellos, han destacado las conferencias de Samsung, Sony, Microsoft-Nokia, HP, ASUS o LG, sin olvidar lo que llegó de Lenovo-Motorola y de otros grandes fabricantes. Apple -como de costumbre fuera de estos grandes eventos- terminó teniendo protagonismo en la misma al presentar sus nuevos productos en plena celebración del IFA y competir directamente con lo que allí se estaba exhibiendo.
Productos como ordenadores personales con los portátiles y convertibles como punta de lanza; algunos tablets intentando relanzar un segmento ahora mismo bastante enfriado y un buen número de smartphones, éstos sí todavía al alza confirmando que la movilidad es la palabra clave en la industria actual. Dispositivos de almacenamiento, comunicaciones, componentes de nueva generación como las memorias DDR4 o las placas base con chipset X99 que han llegado al mercado con la plataforma Intel Haswell-E, han sido otros de los destacados, junto a la presentación de los Intel Core-M para convertibles y tablets.
Como esperábamos, el mayor interés del IFA 2014 ha pasado por la presentación de la nueva hornada de relojes inteligentes. Un segmento que ya estaba en el mercado de forma limitada pero que va a lograr un gran impulso en pleno auge de los dispositivos conectados wearables. El producto estrella de la feria y del momento, del que repasamos los más importantes entre los presentados y los que tienen mayor potencia de ventas.
Con un diseño clásico de reloj de pulsera, con carcasa de aluminio, su pantalla tiene un diámetro de 1,3 pulgadas con resolución de 320 x 320 píxeles con 300 nits de brillo. Utiliza un SoC Snapdragon 400 con cuatro núcleos a 1,2 GHz, con 512 Mbytes de RAM y 4 Gbytes de capacidad.
Dispone de un acelerómetro de 9 ejes, brújula, GPS, barómetro y medidor de distancia. También micrófono y Bluetooth 4.0 para conexión a smartphones. Su batería es de 410 mAh y su chasis está certificado IP67 para resistencia contra el agua y el polvo.
Se conecta a smartphones bajo conexión inalámbrica Bluetooth y está gobernado por Android Wear, nuevo sistema operativo que extiende la funcionalidad de Android a todo tipo de dispositivos wearables. Estará disponible en el mes de octubre por 299 dólares/euros.
Una evolución a medio camino entre otros wearables de la firma como el Gear 2 y Fit que emplea un diseño futurista y cuadrado, bastante distinto al anterior de LG o a otros que luego veremos, alejado de un clásico reloj de pulsera.
Su tamaño es bastante grande y cuenta con una pantalla curvada de 2 pulgadas con resolución de 480 x 360 píxeles, 512 Mbytes de memoria RAM y 4 Gbytes para almacenamiento interno. Su batería es de 300 mAh y cuenta con A-GPS/Glonass, un componente de conectividad interesante que no todos tienen. También acelerómetro, giroscopio, barómetro o sensor de luz, además de certificado IP67, resistente al polvo y al agua.
Si el diseño es arriesgado, la elección del sistema operativo aún lo es mucho más ya que Samsung abandona Android para centrarse en Tizen, otro Linux alternativo sucesor de MeeGo, surgido a su vez de los proyectos Maemo de Nokia y Moblin de Intel y actualmente bajo el patrocinio de la Linux Foundation y la Fundación LiMo. Veremos si puede luchar en aplicaciones contra Android Wear. Otro punto que puede ser limitante es la incompatibilidad con otros terminales Android aunque Samsung contará con variantes de funcionamiento independiente de smartphones como Galaxy Gear Solo. El Gear S estará disponible en octubre por 299 euros.
Para nuestro gusto el más bonito del mercado (pensando en un reloj y no en un gadget), es lo más cercano a un reloj de pulsera estándar que podemos encontrar, en una tendencia que ya hemos visto con el modelo de LG. Su pantalla es una LCD retroiluminada circular de 1,56 pulgadas, con 320 x 290 píxeles de resolución nativa y protegida por Gorilla Glass 3. Con un grosor de 11 mm, pesa 49 gramos (con la correa estándar de cuero) y batería de 320 mAh que debe durar un día completo, según el fabricante. Está certificado con IP67 para protección contra el polvo y el agua.
Cuenta con un procesador de Texas Instruments modelo OMAP 3 acompañado de 512 Mbytes de RAM y 4 Gbytes para almacenamiento interno. Incluye Bluetooth 4.0 LE para conexión inalámbrica con smartphones. Por lo que sabemos hasta ahora compatible con “la mayoría de dispositivos móviles Android” lo que será un gran punto a su favor.
Tiene pulsómetro y podómetro y es sumergible durante 30 minutos (hasta 1,5 metros). Dispone de funciones de control por voz, notificaciones de los eventos más importantes del smartphone y también aplicaciones para actividades deportivas y salud, un enfoque que se repite en la mayoría de wearables que están llegando al mercado, sean relojes o pulseras. Gobernado por Android Wear, el smartwatch Moto 360 estará disponible en el mes de octubre por 249 euros. De momento con una correa de cuero gris o negra aunque se anuncia otros modelos posteriormente con correa de acero.
Una de las grandes tecnológicas que ya estaba en el mercado de relojes inteligentes es Sony. Además de la Smartband Talk, Sony presentó en su conferencia un segundo wearable que avanza en diseño y potencial su catálogo de relojes inteligentes y otro con el sistema operativo para dispositivos vestibles, Android Wear. El diseño del Sony Smartwatch 3 tiene un aspecto deportivo que prioriza la robustez con una caja de acero y la certificación IP68 para resistencia al polvo y al agua, sin olvidarse de mejorar su grosor y peso sobre el Smartwatch 2. Sus correas de siliconas son intercambiables además del núcleo del reloj, igual que la pulsera Smartband Talk que puede extraerse de la correa y acoplarse a otras correas o incluso distintos soportes o accesorios.
Su pantalla es táctil de 1,6 pulgadas con resolución de 320 x 320 píxeles. Utiliza un procesador ARM A7 de cuádruple núcleo a 1,2 GHz con 512 Mbytes de RAM y 4 Gbytes eMMC para almacenamiento. Su conectividad es amplia ya que cuenta con sensores de luz, GPS, acelerómetro, giroscopio y brújula, además de un puerto microUSB, NFC y Bluetooth 4.0 para conexión con smartphones. Su batería es de 420 mAh para dos días de uso según Sony.
Costará 229 euros y estará disponible con varios acabados de color el próximo otoño. Debería funcionar en cualquier smarphone con Android 4.3 o superior, otra de sus ventajas.
A medio camino en diseño entre todo lo anterior, ASUS apuesta por un diseño clásico, con formato de caja cuadrada y acabados metálicos. Su pantalla táctil de 1,63 pulgadas cuenta con tecnología AMOLED y ofrece una resolución nativa de 320 x 320 píxeles. La protección está garantizada gracias a la capa Gorilla Glass 3 y el cristal ofrece una curvatura suave que ellos denominan diseño 2.5D y que lo hace mucho más cómodo de llevar.
En su interior cuenta con un procesador Snapdragon 400, 512 Mbytes de RAM y 4 Gbytes de almacenamiento, mimbres más que suficientes para mover el sistema operativo y, al mismo tiempo, garantizar un consumo eficiente de batería. Al Android Wear clásico ASUS ha incorporado decenas de posibilidades de personalización en forma de skins que podemos cambiar fácilmente. Podemos utilizarlo para ver notificaciones de nuestro smartphone, controlar presentaciones o manejar la cámara en remoto, entre otras muchas funciones, incluyendo -como el resto- las dedicadas a la actividad deportiva y salud.
Su precio contenido de 199 euros y su compatibilidad con la inmensa base instalada de smartphones Android (4.3 o superior) son los puntos fuertes de este ASUS ZenWatch.
Aunque como decíamos Apple ‘pasa’ de eventos como IFA, es imposible cerrar este artículo sin mencionar su reloj inteligente, su primer nuevo producto en cuatro años (desde el lanzamiento del iPad) y la entrada de la compañía en el gran mercado del wearable. Un modelo de acero inoxidable con pantalla de zafiro y retina hd, motorizado por un SoC propio S1.
Tiene acelerómetro, giroscopio y puede detectar el pulso del usuario, un enfoque a la actividad física y a la salud que han establecido todos los grandes fabricantes. Se comercializarán “distintas colecciones” de relojes Apple, Watch de acero inoxidable, Sport más duradero y Edition, el más elegante en oro de 18 kilates. Tendrán seis correas distintas en diseño y materiales: acero inoxidable, plástico o cuero.
Con una versión ligera de iOS 8, es el reloj inteligente más caro y menos compatible de la nueva generación. Su precio base es de 349 euros (de ahí para arriba) y solo podrá utilizarse con iPhone e iPhone 5. Limitaciones que Apple confía superar vendiendo una millonada de iPhones 6 y la base instalada de iPhone 5. Apple con su plataforma cerrada va por libre para bien y para mal. Estará disponible en 2015 y para su llegada es seguro que los grandes de Android ya habrán mejorado sus relojes inteligentes.