BQ y la factura del smartphone de bajo coste

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Los últimos despidos de BQ no son buenas noticias. Más allá de la repercusión para cientos de trabajadores, son un reflejo de la factura que comienza a pasar el mercado smartphone de bajo coste en fabricantes que vieron la oportunidad. Unas consecuencias son reflejo de la burbuja del segmento.

La facilidad de integración de Android unido a sus bajos requisitos y alta penetración, ha ayudado a muchos fabricantes a entrar en el sector. BQ es una más de las más de 1.000 marcas de bajo coste, en su mayoría chinas, que aprovecharon ese tirón.

Y todo parecía que funcionaba. BQ pasó de una facturación de 4 millones en 2010 a 200 millones en 2014. Un trepidante crecimiento  con el que se ha posicionado como una de las marcas de móviles que más vende en España. Su mensaje «made in Spain» que llegó en el momento más oportuno en medio de una crisis de identidad nacional ayudó, y mucho.

BQ cederá parte del negocio de las reparaciones a las tiendas de barrio

Sin embargo, la fuerte inversión en personal, I+D unido al bajo margen de beneficio en los terminales parece que les ha pasado factura. Los despidos en el SAT de Rivas Vaciamadrid y otras divisiones son la consecuencia más directa demostrando que en el negocio del smartphone de bajo coste no es oro todo lo que reluce.

Por lo pronto, BQ quiere sustituir esos servicios de reparación por su canal. Tiendas tecnológicas que se encarguen de las reparaciones en el momento con el que dar más relevancia a sus enfadados vendedores, en detrimento de sus empleados propios.

El poco lucrativo bajo coste

A nadie se le escapa que los márgenes en el bajo coste, ya sea de smartphones o cualquier otro dispositivo, se reducen al mínimo. Si fabricar un teléfono nos cuesta 100 euros y lo vendemos por menos de 200 euros, el espacio de maniobra es más bien escaso.

No es nada nuevo. Salvo Samsung, pocos o ninguno están ganando dinero con Android. Fuera del sistema operativo de Google, Apple es el único que saca partido al mercado móvil con unos altos precios que le hacen llevarse el 92% del beneficio del sector.

El gráfico de Statista lo confirma. Si Apple vendía sus iPhone, como mínimo, a 657 dólares, los modelos Android se quedaban en 254 dólares de media. Una diferencia de 403 dólares que marcan la diferencia entre ser una empresa rentable y no.

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Con todo ello es fácil pensar que Sony, HTC o cualquiera de los fabricantes chinos de referencia actual como Huawei o Lenovo están perdiendo dinero con Android y las propuestas de gama media-baja. Así nos lo confirmaban desde Samsung donde veían claramente que la burbuja del smartphone de bajo coste de la que hablamos.

Android y su parte de culpa

Aunque es cierto que cada empresa debe ser consciente de hasta dónde puede y no puede llegar, Google ha sido el propulsor, incluso con sus propios smartphones, de un caldo de cultivo donde parecía que el negocio era la panacea. De ahí, su parte de culpa.

Y es que Android ha mostrado un espacio suculento;  el 80% de los smartphones vendidos en 2015 funcionaban bajo Android. Así, pocos se han atrevido a quedarse fuera y más aún con las condiciones, a priori, ventajosas que propone el gigante de Mountain View.

Pero la contrapartida viene por muchos frentes. Por un lado, hay que recordar que Google busca hacerse más grande y eliminar competidores del sector de la publicidad on-line. Por ello, detrás de los contratos beneficiosos para los fabricantes, propone una serie de cláusulas que les atan como el pago por servicios de la casa como los mapas.

Por otra parte, la fácil entrada en el mundo Android, ha creado una dura competencia. Un mercado que más allá de innovaciones y mejoras de producto, demandaba por parte de los usuarios bajos precios para acceder a teléfonos inteligentes. Y lo han obtenido pero ¿A qué precio?.

Aviso a navegantes

Aunque BQ no es el primer fabricantes de smartphones que lo pasa mal en este sector -no hay más que mirar a Sony o HTC-, si es una consecuencia directa y real que pone en preaviso a otras marcas y el futuro del smartphone de bajo coste.

La dura decisión de BQ es un aviso a navegantes y una forma más de mostrar que en tecnología no vale todo, y menos a cualquier precio. Quizás todavía no sea demasiado tarde para otras empresas.

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Coordinadora editorial de MuyCanal. Danzando día a día entre partners, mayoristas y fabricantes para profundizar en el canal de distribución tecnológico.