Como cualquier nueva tecnología o tendencia TI necesita de expertos en la materia que sepan guiar al resto y explotar sus posibilidades. Pero para conseguir a esos profesionales es necesario adquirir conocimientos y conseguir dominar ciertos parámetros que hoy serán claves y mañana estarán obsoletos. De ahí que la formación continuada sea una obligación en terrenos tan de moda y tan cambiantes como la Inteligencia Artificial, el Cloud o la Seguridad.
Hoy nos hemos querido centrar en la Inteligencia Artificial. Esa rama que evoluciona del Big Data para «dar vida» a las máquinas y automatizar procesos. Un nicho que busca agilizar labores que de otro modo deberían realizar los humanos. Un negocio en pleno auge que no ha hecho nada más que mostrar una pequeña parte de lo que está por venir.
El mercado de Inteligencia Artificial espera ingresar, según las previsiones de IDC, 12.000 millones de dólares en este 2017. Una cifra que acelerará su crecimiento en los próximos años hasta alcanzar los 57.600 millones de dólares en 2021. Las subidas anuales serán de un 50%.
La confusión entorno a la Inteligencia Artificial es la reina
Aunque ya muchas grandes corporaciones están invirtiendo en Inteligencia Artificial, la confusión entorno a las tecnologías y soluciones que se relacionan con esta materia reina a sus anchas entre los proveedores tecnológicos y mucho más, entre los clientes finales. Un desconocimiento que lleva a malas praxis por parte del canal TI o directamente a evitar el uso de estas tecnologías que pueden aportar mucho valor.
Comenzar a plantearnos la inversión en formación para Inteligencia Artificial es cuanto menos necesario para no quedarnos atrás. Empezar a formularnos preguntas como ¿qué puede aportar a nuestros clientes? ¿cómo podemos rentabilizar esta nueva tendencia? o ¿cuál será nuestra oferta? es interesante, pero mucho más si podemos realizarlas sabiendo que nuestro equipo está preparado para responderlas.
Los gigantes mueven ficha
Los grandes del sector tienen claro la importancia de la formación en Inteligencia Artificial. Es por ello que ya hemos visto diferentes propuestas de parte de los líderes que buscan aportar su granito de arena en un sector incipiente.
Google está promoviendo cursos gratuitos para mostrar a otras empresas cómo utilizar las soluciones de automatización en su propio beneficio. Lo anunció Sundar Pichai apuntando a los ISV como perfil más propicio para este tipo de formación. Por su parte, LinkedIn está planteándose formar a sus ingenieros para implementar los conocimientos en su red social.
Además las multimillonarias inversiones de otros como Microsoft, Intel, Salesforce o IBM van acompañadas de recursos formativos que parten de dentro hacia fuera. Herramientas técnicas y comerciales que llegan, en algunos casos todavía con cuentagotas, al canal de distribución más preparado para recibir este tipo de conocimientos y materializarlos en casos reales.
Algunas propuestas formativas en España
Lejos de los grandes fabricantes involucrados en la Inteligencia Artificial, el fenómeno tecnológico ha levantado un universo de ofertas formativas que valorar. Muchas de ellas se pueden hacer a distancia en formato on-line aunque dependiendo de la especialización puede requerir horas presenciales.
Existen MOOC (cursos on-line gratuitos) en plataformas como Coursera o Udacity que permiten un primer acercamiento a la Inteligencia Artificial. Aprender los conceptos básicos para después profundizar en diferentes áreas como la robótica, inteligencia computacional o Business Intelligence. La especialización se puede llevar más allá concretando la aplicación en determinados sectores como el industrial o sanitario.
Falta un estándar que certifique la formación en Inteligencia Artificial
Las universidades han comenzado a proponer opciones formativas dirigidas no solo a estudiantes sino también a trabajadores por su carácter profesional. Destacamos algunas como el curso de Desarrollo Profesional en Inteligencia Artificial de UNIR, el Máster de IA avanzado de UNED, el Máster Universitario en Investigación en Inteligencia Artificial de AEPIA y la UIMP o el Máster Universitario en IA de MUIA. También es digno de mención los grupos de estudio en este tema de la UPF.
Sin embargo, estas son solo algunas de las alternativas en la marabunta que va in crescendo. Un universo donde todavía no hay un estándar que certifique estas titulaciones. Lo novedoso del nicho hace que también la formación, que desde hace mucho tiempo se daba de soslayo dentro de Ingenierías, esté en una fase de desarrollo. Un reto de estandarización que quizás estaría bien que lo llevarán a cabo determinados organismos como la AAAI o IEEE a nivel internacional o AEPIA o ACIA a nivel español.
Cómo empezar
El reto más importante que tenemos como partners es encontrar, dentro del universo formativo, cuál es el mejor curso que se adapta a nuestras necesidades. Aquí os damos algunas recomendaciones generales.
Si partimos de cero lo importante es saber qué queremos conseguir. ¿Estamos pensando en crear una oferta de soluciones alrededor de la Inteligencia Artificial? ¿Queremos introducirlo como un valor más en nuestros proyectos? o ¿Tan solo buscamos entender este nicho por si algún cliente nos lo pide? En base a la aproximación que queramos, deberemos apostar por una u otra vía.
Los equipos multidisciplinares nos darán un alto valor
En cualquiera de los casos, tener unos conocimientos mínimos es imprescindible para adentrarse en esta tendencia TI. Aunque la base es la informática, podremos echar mano de conocimientos en matemáticas, estadística o metodologías que nos ayudarán a entender mejor este campo.
A partir de ahí lo importante es la especialización. Ya sea desde un punto de vista de negocio o simplemente como creación de nuevas soluciones. Nuestro desafío ahí será encontrar ese lugar donde otros no han llegado o donde nosotros podemos aportar más. Llegado a ese punto continuar formándonos.
Por supuesto, la tarea formativa y de desarrollo de negocio no solo tiene que ser de un trabajador. Para abordar proyectos en Inteligencia Artificial, lo mejor es contar con un equipo multidisciplinar que pueda aportar diferentes visiones. En base a ello, lo ideal es dar a cada uno una formación diferenciada que desemboque en nuestros objetivos de negocio.
Imagen | Roman Mager