Cada vez más organizaciones apuestan por una cloud híbrida combinando elementos de nube pública y privada. Sin embargo, este auge está llevando a una creciente complejidad de la red que resulta complicado gestionar, pero no imposible.
Los responsables de TI cada vez deben afrontar mayores retos ante los avances tecnológicos. Uno de ellos es, sin duda, la gestión de la complejidad TI, y muy especialmente de las redes ante el auge que está experimentando la apuesta por la nube.
La cloud híbrida se ha convertido en una de las tendencias en boga con la que las organizaciones buscan beneficiarse de lo mejor de los dos mundos: el de la nube pública y el de la privada. Pero no todo son ventajas y esta apuesta está también está conllevando una creciente complejidad en las redes que deben gestionar los profesionales TI.
Según el último informe de tendencias de TI de SolarWinds de 2022, solo el 8% de los trabajadores de tecnología se sienten extremadamente seguros de la capacidad de su organización para gestionar la complejidad TI.
La complejidad operativa es una de las causad que impide que las organizaciones capitalicen su transformación e inversiones impulsadas por la tecnología y puedan llevar esos beneficios a los usuarios finales.
El auge del teletrabajo y del modelo híbrido ha incrementado la complejidad de los entornos de cloud híbrida
No obstante, a medida que las organizaciones miran más allá de las medidas que han debido tomar por la pandemia, deberán examinar sus inversiones de los últimos años. Para eso será clave que las organizaciones tengan visibilidad de sus entornos de TI para comprender qué funciona y qué no, y dónde priorizar sus esfuerzos para lograr un rápido retorno de la inversión (ROI).
El auge del modelo de trabajo híbrido y remoto también ha contribuido a acrecentar la complejidad de los entornos TI.
Ejecutar cargas de trabajo y aplicaciones tanto en la nube como en la infraestructura local puede ser, en muchas ocasiones, un desafío. Cada vez más cargas de trabajo de misión crítica se trasladan a arquitecturas de nube conectadas que abarcan entornos públicos, privados, híbridos y multicloud.
Las empresas reconocen que necesitan invertir en herramientas que les ayudarán a garantizar políticas y rendimiento coherentes en todas las plataformas y usuarios finales. Sin embargo, esto también requiere presupuesto, restricciones de tiempo y superar barreras para implementar la observabilidad como una estrategia para seguir el ritmo de las realidades híbridas de TI.
Monitorización cloud
La observabilidad se está convirtiendo cada vez más en la respuesta para los profesionales de TI que deben gestionar grandes niveles de complejidad en estos entornos híbridos y distribuidos que abarcan nubes locales, privadas y públicas.
No obstante, las organizaciones también deben reservar tiempo y recursos para mejorar las habilidades y capacitar a los profesionales de TI. Esto les ayudará a implementar adecuadamente las estrategias de observabilidad y gestionar las TI híbridas de forma más efectiva, y configurar sus equipos y negocios para el éxito a largo plazo.
El 49% de las empresas carece de visibilidad de la mayoría de las aplicaciones y su infraestructura
Más de la mitad, el 54%, de los encuestados en este estudio apuntan que aprovechan las estrategias de monitorización para gestionar esta nueva complejidad. Sin embargo, el 49% señala que carece de visibilidad de la mayoría de las aplicaciones y la infraestructura de su organización.
Esta falta de visibilidad afecta su capacidad para realizar la detección de anomalías, el análisis sencillo de la causa raíz y otros procesos críticos. Estos garantizan la disponibilidad, el rendimiento y la seguridad de las aplicaciones críticas para el negocio.
Curiosamente, el 59% de las pequeñas empresas destaca que el aumento de los requisitos tecnológicos de varios departamentos es la causa principal del aumento de la complejidad. Un porcentaje que se sitúa en un 40% en el caso de las medianas empresas y en un 37% en las grandes corporaciones.
La falta de conocimiento de las organizaciones sobre sus redes también afecta a su ROI. Sin embargo, las tres cuartas partes de los profesionales de la tecnología afirman que su organización ha dado prioridad a la adopción de una estrategia de TI híbrida para su entorno tecnológico en los próximos tres años.
Imagen inicial | Siva Adithya