CDs: otro formato moribundo

CDs

Las ventas de CDs de música, y en general el uso de unidades ópticas, ha caído en picado en los últimos años ante el aumento imparable de las tecnologías de descargas digitales y el streaming lo que está provocando grandes cambios en los formatos de distribución de contenido.

Hace años que se advierte el cambio de tendencia. Ya ha llovido desde el uso masivo de disquetes en la década de los 80-90 como estándar de almacenamiento externo en ordenadores o como formato de distribución de software o videojuegos. La llegada del CD-ROM limitó el uso del disquete (hoy prácticamente desaparecido) e inició una nueva era en la industria de la música.

Nada dura para siempre y su caída ha sido tan fulminante como su ascenso. El portal especializado en estadísticas, statista, ha preparado un gráfico con datos de la asociación de la industria americana (RIAA), que muestra a la perfección el cambio de tendencia. Desde el pico de 943 millones de unidades en el año 2000 a los 90 millones el pasado año. Las previsiones para este año son de poco más de 50 millones.

CDs

Era de esperar. En marzo de 2015 comentábamos el anuncio de Starbucks para dejar de vender CDs de música en sus 21.000 tiendas. Este mismo mes, Best Buy, el mayor minorista mundial de electrónica, anunció que eliminaría la venta de CDs de música en sus tiendas a partir del 1 de julio. Otra de las grandes cadenas estadounidenses, Target, se unirá a este movimiento.

Frente a los CDs y el formato físico, se imponen nuevos modelos de distribución de contenido, multiplataforma con soporte para sistemas de escritorio y móviles, que se nutre de los contenidos de las grandes productoras en un cambio de mentalidad que simplemente ha salvado a la industria de la música. En 2015, los ingresos de la industria musical por formatos digitales (45%) superaron a las ventas físicas (39%) por primera vez en la historia.

A comienzos de año, Spotify había superado los 50 millones de suscriptores de pago. Su principal rival, Apple Music, también acumula millones de usuarios y otros más novedosos como Amazon Music Unlimited, confirman que el streaming en música -junto a la descarga digital- dominarán completamente el mercado y únicamente se mantendrán en tiendas especializadas donde se podrá comprar CDs de música para los usuarios que lo necesiten o para coleccionismo como sucede con la música en vinilo, un formato resucitado en los últimos años.

Amazon Music Unlimited

¿Ha finalizado la era de las unidades ópticas?

El CD-ROM evolucionó hasta el CD grabable y regrabable (CD-R/CD-RW) y después al DVD. En su momento muy utilizados, su uso ha ido descendiendo en todos los sectores y no sólo en música. Tampoco los formatos ópticos de alta definición han logrado hacerse un hueco en el mercado. Sony logró imponer el formato Blu-ray como estándar tras una guerra feroz entre Toshiba, pero el formato no ha sido utilizado como se esperaba.

En ordenadores personales el uso del CD/DVD está decayendo a pasos agigantados, mientras que el Blu-ray ha pasado sin pena ni gloria. El altísimo coste de los soportes BD, más moderado en el caso de los lectores, ha impedido su extensión junto a la tendencia imparable del almacenamiento en nube, la distribución digital de sistemas operativos, aplicaciones y juegos, y el aumento de capacidad y velocidad de discos duros, unidades de estado sólido o pendrives USB.

Tampoco se ve salida en el apartado del vídeo. El aumento de uso de las tecnologías de streaming es imparable y hace tiempo que servicios como Netflix superaron al DVR en los hogares de EE.UU, según el estudio anual sobre hábitos de consumo de Leichtman Research. El 64% de los adultos encuestados tiene acceso a algún servicio de vídeo en streaming, Netflix, Amazon Video o Hulu, mientras que a comienzos de la década este valor apenas alcanzaba al 6%. El nuevo formato Blu-ray 4K puede abrir otro campo de uso, pero no podrá compensar la gran caída de los formatos físicos en vídeo y películas.

En cuanto al mundo del videojuego, ha escapado en algún grado a la tendencia por motivos de reventa, coleccionismo, compartición o el juego sin necesidad de descargas o Internet. Sin embargo, plataformas de distribución digital para PCs como Steam han sido un éxito total y no dejan de crecer, apuntando los cambios que se han producido en los otros tipos de contenido. Tampoco las consolas escapan de la tendencia. Las descargas digitales son un fenómeno al alza y se están acentuando y los servicio de juego bajo demanda que prometen ofrecer la capacidad de ejecutar videojuegos desde la nube incluso desde PCs de bajo nivel hardware, pueden ser la puntilla definitiva.

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