Transformación digital, cuando no es oro todo lo que reluce

Los avances tecnológicos están arrastrando a las empresas a tener que adaptarse a los nuevos escenarios. Dar el salto a la transformación digital ya no es algo opcional para aquellos negocios que quieran tener un futuro. Sin embargo, digitalizarse no es una garantía de supervivencia per se, requiere de una estrategia, planificación e inversiones estudiadas y adaptadas a cada situación donde el partner TI tiene un papel esencial.

La rapidez con la que se suceden los cambios tecnológicos está llevando a que las empresas asentadas en modelos de negocio tradicionales se replanteen su futuro. Sin duda, incorporar nuevas tecnologías para continuar avanzando al paso que marcan los nuevos tiempos y seguir siendo competitivas es algo vital y que llevará a que la inversión en proyectos de transformación digital siga creciendo en los próximos años.

Según los datos que maneja la consultora IDC, el gasto en transformación digital llegará a alcanzar los 2 billones de dólares en 2022. Esto pone de manifiesto el interés existente por acometer nuevos proyectos de digitalización en muchas áreas como cloud, analítica de datos, Inteligencia Artificial o aprendizaje automático, entre otras. Todo con la mirada puesta en optimizar el negocio, simplificar operaciones u ofrecer un mejor servicio al cliente.

El 90% de los proyectos de digitalización fracasan por el fallo a la hora de diseñar una estrategia de éxito

No obstante, junto a los beneficios que están experimentando muchas organizaciones gracias a la transformación digital, existe una verdad menos amable cuando miramos hacia los negocios que fracasan en la consecución de los objetivos fijados a partir de su digitalización. Según apuntan desde Couchbase, son muchas las empresas que fallan a la hora de diseñar una estrategia de éxito en su transformación digital, lo que lleva a que el 90% de los proyectos de digitalización acaben en fracaso. Pero, ¿cuáles son las razones de este fracaso?

Frenos a la digitalización

Si bien es alentador que las empresas estén adoptando la transformación a través de la tecnología, es evidente que, en muchos casos, estas estrategias y proyectos no se están abordando de la manera correcta. Este fracaso de los proyectos de transformación puede deberse a una multitud de razones.

Una encuesta de Wipro Digital apunta que el 35% de los esfuerzos de transformación digital fracasan debido a la falta de una estrategia claramente definida. Si bien es clave para los líderes reconocer que la transformación digital no significa necesariamente una revisión completa de las tecnologías y procesos de su negocio, también es crucial establecer una estrategia claramente definida con objetivos y resultados.

Primero, las empresas deben definir qué quieren mejorar y por qué. Ya sea un procesamiento de pedidos simplificado, mejores comunicaciones con los clientes o datos de mayor calidad que conduzcan a un mejor servicio, debe identificar su objetivo para medir sus esfuerzos. Además, establecer estos objetivos ayuda a comprender dónde implementar los cambios, asegurándose no desviarse del enfoque para aplicar los esfuerzos en las áreas críticas.

La falta de ROI es una de las principales razones para no acometer o paralizar proyectos

La resistencia al cambio y el miedo, especialmente en la alta dirección; la falta de consenso entre departamentos a la hora de dibujar una estrategia efectiva de transformación; la falta de talento para gestionar el cambio; así como la lentitud en la aplicación de las inversiones, son algunas de las primeras barreras que las empresas se encuentran a la hora de avanzar en sus estrategias digitales.

No obstante, la encuesta global The Digital Transformation PACT de Fujitsu realizada a 189 líderes del sector retail es un claro reflejo de otras grandes razones que llevan al fracaso de los proyectos de transformación digital si bien el primero es clave: el miedo al fracaso.

La falta de un retorno claro de la inversión es, para el 70% de estos encuestados, la razón que les ha llevado a no acometer o paralizar sus proyectos de transformación digital. Si bien los fallos en pruebas de concepto o proyectos iniciales, con los costes que conlleva, también ha supuesto un freno a su digitalización.

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Y es que, la mayoría de los negocios espera un retorno de la inversión y unos beneficios de su digitalización que no superan los 18 meses, un plazo que, en este tipo de proyectos es insuficiente.

Esto, unido a la falta de habilidades digitales de los profesionales de muchas plantillas, o la dificultad para adaptarse a las nuevas tecnologías, como el caso de la Inteligencia Artificial o el Machine Learning, lleva al fracaso de muchos de estos proyectos.

Conceptos equivocados

Se trata de aspectos clave ya que las organizaciones tienen que gestionar procesos complejos y sistemas heredados a menudo con grandes dificultades de integración con las nuevas tecnologías. Los costes asociados a las necesidades de cambios de infraestructura están detrás de muchos de los retrasos, paros y fracasos de los proyectos de digitalización.

Uno de los conceptos erróneos con los que la industria tecnológica ha estado luchando durante años es la idea de que la transformación digital consiste en implementar las últimas tecnologías innovadoras. Las tecnologías viejas y anticuadas frenan a las empresas por estas razones. A menudo, se aferran a ellos porque contienen datos críticos para el negocio, pero esto hace que se sientan aislados a medida que se actualizan o implementan otros sistemas de negocios, por no hablar de las implicaciones en la seguridad que conllevan.

Sin embargo, en el extremo opuesto están las empresas que implementan tecnologías simplemente porque son las mejores, sin evaluar lo que les pueden aportar. Y esto es otro de los grandes errores que cometen muchas empresas ya que evaluar la tecnología que mejor se adapta a sus necesidades y las particularidades de su negocio es crucial

Impulso para el éxito

Todos estos obstáculos son, sin duda, barreras que deben sortear todo tipo de organizaciones, independientemente del tamaño, sector y facturación. Bien es cierto que, en no pocos casos, las compañías han visto que, frente a los costes que supone un negocio físico tradicional (inmuebles, empleados, mantenimiento, etc.) muchos negocios han triunfado gracias a las nuevas tecnologías en Internet, en los que se ‘vende’ una imagen errónea de ahorro.

Esto también ha llevado al fracaso de muchos que han querido emular el éxito de gigantes como Amazon o eBay pero, en estos casos, hay que tener muy presente cómo consiguen estos ahorros.

Las empresas nativas digitales disponen de un conocimiento de los procesos y herramientas muy avanzados

Sin duda, en estos casos, el hecho de ser empresas nativas digitales supone un gran avance ya que tienen un conocimiento de los procesos y herramientas muy avanzados. Además, su estructura interna y las reglas de organización están pensadas para utilizar herramientas digitales, lo que les ayuda a reducir la burocracia agilizar tiempos. Esto también les permite disponer del tiempo necesario para probar nuevos procesos de negocio y mejorar su eficiencia.

Sin embargo, muchos siguen sin entender el cambio de mentalidad que existe entre un modelo de venta tradicional y uno, por ejemplo, como el de Amazon. En el tradicional un empleado podrá destinar todo el tiempo necesario para vender un determinado producto o servicio. Un tiempo que, en el caso de negocios online como el de Amazon, se ahorra ya que son los propios clientes los que lo hacen motu proprio, gracias a los medios que pone el propio marketplace.

No obstante, un negocio online no es capaz de aproximar la experiencia del cliente en Internet frente al punto físico, de ahí que muchos estén apostando por las ahora tan aclamadas pop-ups, o tiendas efímeras, para acercarse a ese cliente que necesita experimentar físicamente e interactuar con la marca.

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Esto lleva a que, a pesar del aumento de proyectos de transformación digital, muchas empresas todavía luchan por traducir su estrategia en éxito. Como apuntábamos antes, diversas encuestas apuntan que, si bien los líderes empresariales buscan priorizar la transformación digital, no confían en su capacidad ni en la capacidad de su negocio para llevarla a cabo y carecen de confianza en sus propias habilidades digitales o en las habilidades de su gente.

Para que los proyectos de transformación digital sean realmente exitosos, es fundamental la implicación y confianza desde la alta dirección hasta el último empleado. No disponer de los conocimientos o habilidades necesarios no es excusa. Las empresas que no tienen un departamento de TI interno o que lo subcontrata, apostar por un proveedor de servicios gestionados puede ser una herramienta de gran valor para diseñar una estrategia digital.

Una cultura de innovación en las organizaciones, clave para seguir impulsando los procesos de transformación digital

Y es aquí donde los MSP y proveedores de servicios de TI tienen una importante oportunidad para, como expertos, identificar las soluciones o los cambios estratégicos necesarios para estas organizaciones. Ellos son la llave de gran parte del éxito de estos proyectos de transformación digital.

Por otra parte, la implementación de una cultura de innovación en las organizaciones será clave para seguir impulsando los procesos de transformación digital. Pero esto no será suficiente, invertir con una estrategia clara y estudiada, apostando por el talento y los profesionales que tengan conocimientos de las nuevas tecnologías, y no esperar resultados a corto plazo, será fundamental para realizar el verdadero cambio que necesitan las organizaciones preparadas para el futuro. Un enfoque estratégico bien considerado para la transformación es la clave del éxito.

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Periodista especializada en tecnología e innovación con más de dos décadas de experiencia cubriendo la información del canal TI