Las últimas semanas no han sido fáciles para Huawei. El veto, anunciado por el Gobierno americano sobre el gigante chino, provocó una oleada de reacciones por parte de sus aliados tecnológicos sin paragón. Una situación que hizo que las ventas cayeran en España en torno a un 25 o 30% en los primeros tres días de crisis. Ahora la compañía mantiene la política de «business as usual».
Fuentes de la compañía, preguntadas por MuyCanal, nos comentaban la situación vivida. Catalogado por la corporación como «un conflicto geopolítico totalmente ajeno a la compañía», Huawei asegura que continuará en la misma línea que hasta ahora manteniendo el negocio como siempre. «El plan de negocio de la compañía continúa en marcha sin alteraciones y nuestras previsiones de negocio no han variado».
En este sentido, el trabajo con los partners «sigue siendo el mismo y nuestra voluntad es mantener la continuidad de nuestro negocio en España y contribuir a la completa transformación digital del tejido empresarial español», argumentaban desde Huawei. La misma línea argumental que explica en MCPro el director general de Honor.
Un impacto comercial evidente
El revuelo mediático le ha pasado factura a Huawei. Según nos revelaban, durante los tres primeros días del anuncio de cesión de soporte de Google, se dieron unas pérdidas de en torno al 25 o 30%.
En concreto, según IO, las cifras de unidades vendidas (sell out) registran un descenso del 26,36% en las dos semanas del 13 y del 20 de mayo de 2019, cuando se produjo el anuncio de la incorporación de Huawei en la Entity List por parte del Gobierno norteamericano y el anuncio de Google, en comparación con las dos semanas previas».
Tras la cresta de crisis, Huawei ha visto una recuperación progresiva que unida a la confianza en el sector de las telecomunicaciones en nuestro país le da poder para continuar operando con normalidad. «Nuestra prioridad es transmitir calma y tranquilidad a nuestros usuarios, que es la sensación que estamos viviendo dentro de la compañía», confesaban fuentes internas.
Dentro de esta normalidad, Huawei mantiene todos sus planes: «todos los teléfonos vendidos, a la venta y en stock, así como aquellas gamas que ya han sido lanzados, van a seguir recibiendo con normalidad todas las actualizaciones de Google, así como todos los parches de seguridad», confirmaban.
¿Y el 5G?
La base de todo el conflicto tiene más que ver con el 5G que con los smartphones, que son más bien la consecuencia más palpable de la crisis. En este sentido, Huawei hace tiempo que se ha convertido en un referente por contar con una estrategia para la implementación del 5G de extremo a extremo, incluyendo desde las antenas, los equipos y hasta los dispositivos.
Y no parece que la estrategia vaya a variar. De hecho, siguen en marcha los 40 contratos comerciales 5G firmados alrededor del mundo, entre ellos con operadoras como Vodafone, 25 de ellos en Europa, y se han distribuido más de 100.000 estaciones base 5G.
El plan de continuidad, proyectado en estos últimos años, sigue en marcha con el foco puesto en crear componentes propios. «Somos dueños de la compañía HiSilicon, cuyo principal foco es el desarrollo de componentes y chips para nuestros equipos. Sólo el pasado año invertimos más del 14% de la facturación en I+D, casi la mitad de nuestros 180.000 empleados trabajan en esta área. El motor es la innovación y garantizar el suministro 100% a nuestros clientes».