El próximo 2020 se vislumbra como un año en el que asistiremos a la importante evolución de muchas tecnologías y al avance de innovaciones que afectarán, sobre todo, al entorno empresarial. Sin embargo, las amenazas a la seguridad TI también seguirán proliferando y requerirán de medidas más efectivas.
El nuevo año 2020 trae noticias positivas en cuanto a la inversión tecnológica se refiere. Según las estimaciones de Gartner, en gasto en TI a nivel mundial crecerá un 3,7%, sin embargo, aunque la repartición entre tecnologías será diferente, la seguridad aglutinará gran parte de esta inversión. La consultora estima que, en los próximos años, el gasto en seguridad irá en aumento ante la proliferación de las ciberamenazas y, solo en seguridad cloud, el gasto crecerá un 41,2% en los próximos cinco años.
Y es que, tal y como destacan los expertos de Kaspersky, esta amenazas serán cada vez más sofisticadas y selectivas. En este sentido, el próximo 2020 asistiremos a una proliferación de la filtración de datos personales y de información más sofisticada como la de datos biométricos. Tecnologías como los deepfakes, combinados con otros vectores como el audio y el vídeo, y el uso de Inteligencia Artificial y automatización, contribuirán a su sofisticación.
El uso de cadenas de suministro seguirá siendo uno de los métodos de distribución de ataques más difíciles de abordar, sobre todo con el uso de contenedores de software manipulados.
El ransomware será más selectivo y buscará objetivos más proclives a pagar
Junto a esto, cada vez veremos más ataques de ransomware selectivos, centrados en organizaciones más proclives a pagar el rescate por los datos robados ante las amenazas, no solo de no poder recuperarlos, sino de que los delincuentes los publiquen.
Asimismo, más allá de los PC, proliferarán los ataques contra infraestructuras y hardware de red como ya se ha visto con VPNFilter y Slingshot. Esto también llevará a un incremento del espionaje tecnológico ante las tensiones comerciales entre regiones, como Asia y Europa, y al rápido desarrollo de APT (Advanced Persistent Threats) móviles.
Gestión y seguridad de los datos
Sin duda, la seguridad de los datos será una de las tendencias tecnológicas a las que se prestará una gran atención en 2020. La evolución de tecnologías como IoT, o la llegada de 5G, ha conllevado el crecimiento exponencial del volumen de datos que requerirá de una gestión más eficiente y un procesamiento, almacenamiento y seguridad más efectivos.
En lo que a la gestión y analítica de datos se refiere, desde la firma Besh apuntan cinco tendencias clave que veremos el próximo año.
Big Data Automation
La automatización de los procesos y del Big Data seguirá consolidándose de forma que el 40% de las tareas relacionados con los datos estarán automatizadas. Esto conllevará el incremento de la productividad y la reducción de costes de tiempo.
Auge del Data as a Service (DaaS)
Este servicio que permite a los usuarios acceder a archivos digitales a través de Internet, ayudará a compartir datos entre departamentos y empresas con mayor agilidad. En 2020, el 95% de las imágenes y vídeos estarán analizados por máquinas
Automatización del contenido empresarial
En 2020, el 95% de las imágenes y vídeos lo analizarán máquinas que generarán informes que ayudarán a detectar los puntos débiles y oportunidades de las tecnologías de movilidad, social y cloud.
Consolidación del Machine Learning
La implementación de tecnología para el aprendizaje automático, o Machine Learning, será fundamental para analizar el origen de los datos, identificar los que son de calidad y detectar patrones de comportamiento. Además, también serán clave para aplicar una buena política de datos.
Analítica conversacional
La voz también cobrará protagonismo el próximo 2020 de forma que, junto al lenguaje natural, representará el 50% de las peticiones de análisis de datos con la mirada puesta en incrementar la productividad de las organizaciones.
Apuesta por Edge Computing
Sin duda, estas cinco tendencias marcarán una pauta importante en la gestión de datos. Pero no serán las únicas ya que, para que todo ello sea posible, y ante la necesidad de una disponibilidad cada vez mayor, las infraestructuras informáticas deberán adecuarse para dar la respuesta adecuada.
Esto provocará el incremento del número de servidores, centros de datos más grandes, y sistemas más avanzados para la gestión de la eficiencia energética. Esto, a su vez, llevará a la expansión del Edge Computing, gracias a la rapidez en la disponibilidad de servicios que ofrece. En 2020, la descentralización de la gestión de los datos será cada vez más habitual, reduciendo los tiempos de latencia gracias a que, en lugar de transportarlos a grandes centros de datos ubicados en el centro de la red, se llevarán a la periferia.
Pero la necesidad de una infraestructura que soporte la creciente demanda de servicios de computación en la nube hará que el próximo año sigan proliferando centros de datos a gran escala. Un año en el que también seguirán en auge las soluciones que prescinden de servidores, o serverless, servicios cloud que permiten pagar solo por lo que se utiliza.
Sin duda, una alternativa que continuará ganando adeptos ante la optimización de costes que permite ya que son los proveedores los que gestionan la infraestructura y distribuyen los recursos de acuerdo a las necesidades de los usuarios.
El auge de la nube
Todo esto pone de manifiesto que el mercado cloud seguirá creciendo el próximo año en este afán de usuarios y empresas por optimizar su rendimiento. Los modelos IaaS (Infraestructura como Servicio) y PaaS (Plataforma como Servicio) ya han experimentado este año un incremento de sus ingresos de más del 50% respecto al año anterior. Según Synergy Research Group, este crecimiento continuará a lo largo de los próximos doce meses y los servicios cloud llegarán a duplicarse en los próximos cuatro años.
Las empresas avanzan hacia un modelo XaaS con todos los servicios en la nube
Los datos de IDC también refuerzan esta visión de la evolución de la nube ya que prevén que el 70% de las organizaciones integren la gestión de la nube en 2022, ya se pública o privada, gracias a la implementación de tecnologías y procesos de gestión híbridos o multicloud. De hecho, según apuntan desde Linke, las empresas seguirán apostando el próximo año por el avance hacia un modelo XaaS (todo como servicio), en el que todos los servicios tecnológicos se pueden ofrecer en la nube.
Este avance estará relacionado con el impulso de Edge Computing ya que, tal y como señala el índice de Interconexión Global de Equinix, más del 50% de las nuevas implementaciones de infraestructura empresarial se situarán en el edge en lugar de en los centros de datos corporativos tradicionales de durante los próximos tres años. Sin duda, un aumento considerable respecto al 10% con el que cuenta en la actualidad.
El impacto de la innovación
Todos estos avances tendrán un gran impacto en la sociedad y de forma muy especial en las organizaciones, por lo que los responsables de la toma de decisiones deberán estar preparados para afrontarlos.
Es el caso de innovaciones como la automatización que permitirá que, como prevé Gartner, en 2025, el 12% de los nuevos vehículos ya incorporen capacidades de hardware de conducción autónoma de nivel 3 o superior.
Pero los responsables de negocios también deberán tener muy en cuenta avances como el de blockchain. Su implementación en el comercio, las finanzas, la gestión de identidades y la búsqueda de procedencia están elevando su uso cada vez más, aunque desde Gartner consideren que no veremos soluciones reales y mejoradas basadas en blockchain hasta 2030.
La industria TI crecerá en 2020 a una tasa del 3,7% y alcanzará los 5,2 billones de dólares
Pero también en 2020 asistiremos a nuevos avances en otro campo tecnológico, el de la Realidad Virtual (VR). Según el octavo estudio de Ericsson ConsumerLab, el próximo año, uno de cada tres consumidores será usuario de VR y, de acuerdo con las investigaciones de Oracle, un 78% de las marcas esperan utilizarla para mejorar los servicios que prestan a los clientes y un 34% está ya en fase de implementación.
Todo esto abre un sinfín de nuevas oportunidades y experiencias que la innovación e implementación tecnológica nos deparará el próximo año. CompTIA estima que la industria global de TI crezca a una tasa del 3,7% en 2020 y, según IDC, alcanzará los 5,2 billones de dólares. Sin duda, datos halagüeños con los que comenzar con optimismo el nuevo año.
Imagen inicial | Octavian Rosca