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Cómo ser consultor TI y no morir en el intento

Tienes formación, aptitudes, conocimientos, ganas… ¿qué te impide, entonces, ser el mejor consultor TI jamás conocido? Pues quizás tus clientes, la Ley de Murphy, la programación, reuniones o los compañeros de trabajo. Ser consultor no es fácil, ni la formación teórica ni las prácticas te enseñan cómo encarar los retos de cada día. Sin embargo, aquí proponemos unos consejos que te ayudarán.

1 – Lleva tus herramientas contigo

Allá dónde vayas, llévate tus útiles de trabajo contigo (no los dejes en la oficina): software, hardware, notas u otro tipo de herramientas. No hay nada peor que estar con un cliente y darse cuenta de que no se lleva todo lo necesario. No es sólo inquietante para el consultor, sino que da mala imagen de cara al cliente.

2 – Coge muchas notas

Da igual si tienes memoria fotográfica, cuando los clientes hablan mucho y de varias cosas, necesitarás echar mano de ellas.

3 – Respira profundamente

Te encontrarás en muchas situaciones tensas e, incluso, críticas. Antes de dejarte llevar por los nervios, respira profundamente y relájate. Ten seguridad en ti mismo porque sabes lo que estás haciendo. Se tiende a pensar más claramente y a trabajar más eficazmente cuando se está relajado.

4 – Toma un descanso

No es posible sentarse delante del ordenador y mirar el monitor durante horas y horar sin perder la capacidad de pensar coherentemente. Incluso cuando tienes prisa por acabar algo, parar entre uno y cinco minutos para beber algo de cafeína y comer no será  nada negativo, al contrario. Este «break» del trabajo puede ser lo que te anime a continuar.

5 – No te lleves el trabajo a casa

Este es el aspecto más difícil de este trabajo. Cuando tienes una tarea complicada a la que no paras de darle vueltas, normalmente acaba convirtiéndose en una obsesión para ti. Pero si en tus horas libres sigues dándole vueltas y trabajando en ello, acabará quemándote.

6 – Escucha música

A veces, manejar al cliente puede ser más difícil y tenso que el propio trabajo en sí. Asegúrate de tener tus canciones a mano, puedes crear con ellas una atmósfera que te relaje y que te ayude a actuar con serenidad.

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