George Osborne, miembro del Parlamento británico, propone una normativa que podría suponer un fuerte freno al comercio electrónico. Según su propuesta, los impuestos de compras on-line como libros, música o servicios en Internet subirían hasta el 20%. Actualmente, el porcentaje se sitúa en un 3%.
La nueva legislación es fruto de las pérdidas que se llevan dando durante los últimos años debido a los bajos impuestos en el comercio electrónico. Greenwich Consulting las sitúa en unos 2.000 millones de euros anuales. El documento británico, que adelanta el cambio normativo, explica lo siguiente:
«Como anunciamos en el presupuesto de 2013, el gobierno legislará para cambiar la normativa de los negocios intraeuropeos en Internet. Desde el 1 de enero de 2015 estos servicios tasarán dentro del estado miembros en el que el consumidor esté para asegurarnos de que es justo y proteger los ingresos».
¿Cómo nos afecta?
Lo primero que se notará al entrar en vigor esta ley será el aumento de precios. Las compras on-line de música, aplicaciones, libros u otros servicios por Internet tendrán que aumentar las tarifas para hacer frente a este incremento de impuestos. Así, las compras on-line vía Reino Unido ya no serán tan rentables desde otro país de la Unión Europea.
Pero ¿Es positivo o negativo para los vendedores on-line? Depende como lo miremos. Si operamos dentro de Reino Unido, tendremos que buscar fórmulas que eviten la pérdida de clientes por la subida de precios. Las tiendas físicas serán una arma potente ya que podrán mantener las tarifas.
Sin embargo, en principio, podría ser una ventajas para las empresas que operan fuera de Reino Unido. Visto que la normativa solo afectará a este país, el resto de compañías podrían aprovechar este incremento como una ventaja competitiva.
