Después de más de un año de partnership, es hora de hacer balance y ver si realmente es rentable la relación de Nokia y Microsoft en el mundo de la telefonía. En este tiempo, Nokia se ha caído de los 5 primeros puestos en el mercado móvil y Microsoft ha lanzado varias versiones de su sistema operativo móvil, entre ellas, el recién estrenado Windows Phone 8.
Pero ¿realmente le ha perjudicado a Nokia? Una de los principales argumentos que dan desde The Next Web para afirmar que la asociación le ha beneficiado poco al fabricante de smartphones es precisamente la limitación del sistema operativo.
Hasta el momento, Windows Phone no ha causado furor entre los consumidores y precisamente, ese es el problema para Nokia. Según los últimos datos de IDC, el sistema operativo de Microsoft cuenta con 3,5% del mercado, una cifra muy pequeña que acota las posibilidades de éxito de terminales Nokia.
No obstante, las cosas pueden cambiar con el lanzamiento de Windows 8 y todos sus satélites, incluido Windows Phone 8. La gran apuesta de Microsoft puede impulsar la adopción del sistema operativo. Quizás por ello, otros actores se han sumado a la nueva era de Windows.
Concretamente, HTC y Samsung se han sumado al carro de Windows Phone con modelos propios. Justo la competencia de estas compañías ha hecho que Nokia haya caído en picado en estos meses. No obstante, el fabricante ha contraatacado con sus propios terminales Lumia –los últimos con Windows Phone 8– que no se han convertido en superventas.
Así, por el momento, la relación entre Nokia y Microsoft no ha sido todo lo fructífera que podría esperar. Aunque su sistema anterior a Windows Phone, Symbian, no estaba dando mejores resultados, la alianza no ha terminado de despegar. Aún así, en este momento, Nokia necesita mucho más a Microsoft que al revés. Quizás, la resurrección esté por llegar.