¿Por qué elegir un HDD en lugar de un SSD?

elegir un HDD 3021mx

No podemos negarlo, los SSDs han empezado a pisar muy fuerte y poco a poco han dejado de ser un producto elitista, reservado a unos pocos con bolsillos abultados, para convertirse en un producto accesible para el gran público.

Llegados a este punto surge una cuestión muy seria que ha sido, y seguirá siendo, objeto de numerosas discusiones dentro del sector de las soluciones de almacenamiento.

Podemos plantear dicha cuestión con una pregunta muy simple, ¿por qué deberíamos elegir un HDD en lugar de un SSD? Para algunos los motivos que inclinan la balanza a favor de uno u otro no resultan del todo claras, algo que puede llevar a conclusiones precipitadas y a una frase genérica que actúa, erróneamente, como comodín: «lo mejor siempre es un SSD».

Esa afirmación es peligrosa, ya que como todo componente su elección depende de muchos aspectos que deben ser considerados previamente.

Así, ya modo de ejemplo, podemos afirmar que un SSD no tiene sentido en un equipo con altas necesidades de capacidad de almacenamiento, ya que el alto coste y la tolerancia a fallos de aquellos los coloca en desventaja frente a los HDDs.

Este ejemplo nos permite extraer un primer argumento a favor de la elección de un HDD frente a un SSD, su relación precio por GB, que resulta muy superior y nos permite disfrutar a día de hoy de soluciones con capacidades de hasta 4 GB con precios casi ridículos.

Por contra, con el dinero que necesitaríamos para comprar un HDD de 4 TB y alto rendimiento sólo podríamos aspirar a un SSD de 256 GB, una capacidad que en muchos casos puede resultar totalmente insuficiente.

De lo dicho podemos desprender otro argumento, y es que si contamos con un presupuesto reducido la mejor opción es un HDD, ya que nos facilita el mantener un equilibrio de componentes en la configuración o, por contra, invertir un poco más en otros componentes clave, dependiendo del uso que le vayamos a dar.

De esta forma si queremos, por ejemplo, montar un PC para jugar y tenemos un presupuesto muy limitado sería mejor montar un WD Black que un SSD e invertir la diferencia en una tarjeta gráfica superior.

Finalmente debemos hacer referencia al tema de la fiabilidad y la degradación de rendimiento. En tareas profesionales muy exigentes que requieren un gran número de operaciones de escritura-borrado-lectura un SSD no es en absoluto recomendable, dado que su rendimiento decrecería con gran rapidez y afectaría en gran medida a la inversión realizada.

En definitiva, un SSD es más rápido que un HDD, pero ese hecho no lo convierte directamente en la mejor opción, al igual que un procesador muy rápido no es mejor que otro menos rápido sólo por ese hecho.

Ya sabéis, en el mundo de la informática la potencia no lo es todo, sino más bien el equilibrio y la adecuada cobertura de las necesidades de cada sujeto, algo donde los HDDs siguen jugando un rol protagonista, tanto a nivel profesional como particular.

Artículo AnteriorSiguiente Artículo
Editor de la publicación on-line líder en audiencia dentro del canal de distribución. Al día de todas las tecnologías que pueden marcar tendencia en la industria.