Conseguir que una empresa esté prevenida ante un problema de seguridad puede ser un trabajo laborioso pero muy gratificante. Tanto que muchas compañías están dispuestas a pagar y pagar por este servicio, sobre todo, después de haber tenido algún incidente previo. Una oportunidad de negocio que en 2013 ya generó 640,8 millones de dólares.
Según los pronósticos de MarketsAndMarkets, los servicios derivados de la recuperación de datos -DRaaS en su acrónimo inglés- podrían llegar hasta los 5.700 millones de dólares en 2018. Un crecimiento del 55,2% anual que podría en buen lugar a este nicho dentro de la seguridad empresarial.
Los DRaaS puedem ir dirigidos a empresas de diferentes tipologías: tamaño, nicho, almacenamiento o estructura tecnológica. En base a esto, el socio deberá atender a una infraestructura propia de recuperación de desastres, un formato hardware más tradicional o un modo cloud.
Y para poder ofrecer estos servicios es necesario aliarse con un marca tecnológica. Prácticamente todos los grandes relacionados con el almacenamiento y las soluciones empresariales tipo IBM, VMware, CA Technologies o NetApp cuentan con una solución para estos casos. Después existen compañías más especializada en seguridad como CommVault que integran en su portfolio la recuperación de datos.
Aunque no hablamos de un mercado de reciente creación, los servicios derivados de la recuperación de desastres siguen creciendo ante el auge de ataques a empresas. Cada vez es más importante estar prevenidos ante estas amenazas que no siempre podemos saber de dónde o cómo van a llegar.
Así pues, los socios de negocio deben estar preparados para ofrecer una solución de recuperación de desastres con servicios como la atención 24×7, almacenamiento y copias de seguridad, virtualización, gestión y control sencilla… Todo ello bajo la capa de privacidad que necesitan los datos corporativos. ¿Preparados para ofrecer DRaaS?
