Es oficial, Jawbone no ha podido superar la complicada situación en la que se encontraba y ha iniciado un proceso de liquidación que pondrá fin a la compañía, lo que supone el adiós de un grande del sector wearable que llegó a tener un valor de 3.000 millones de dólares.
Puede que esta noticia haya sorprendido a más de uno, pero lo cierto es que como hemos anticipado Jawbone ya se encontraba en una situación complicada que nos hacía temer lo peor.
La compra de Pebble a finales de 2016 no aportó ningún valor a la compañía y llegó en un momento en el que la firma se encontraba en plena transición para intentar sobrevivir a las «crueldades» del mercado wearable, un sector muy competitivo en el que ni siquiera gigantes como Samsung lo han tenido fácil.
El objetivo de Jawbone era pasar de ser una empresa dedicada a la tecnología de vestir orientada al deporte y la actividad física a la producción de wearables para el sector médico.
Para conseguirlo todo el stock de productos de la compañía fue «malvendido» a terceros en un intento desesperado por conseguir la liquidez necesaria con la que poder afrontar sus deudas, pero al final la estrategia no ha salido adelante.
Hay muchas preguntas en el aire pero el hecho de que el co-fundador de Jawbone, Hosain Rahman, haya conseguido financiación externa para poder fundar la empresa Jawbone Health Hub, que estará dedicada precisamente a la creación de software y hardware para el sector médico, nos permite sacar una conclusión bastante clara.
Dicha conclusión es que los máximos responsables de la compañía han preferido tomar el camino más fácil y fundar directamente una nueva empresa, evitando con ello todos los quebraderos de cabeza que suponía transformar Jawbone.
