NVIDIA ha prohibido el uso de tarjetas gráficas de consumo (GeForce y Titan) en servidores para centros de datos mediante una nueva cláusula de condiciones de la licencia para el usuario final (EULA).
El cambio se ha producido desde el 1 de enero mediante una actualización de la licencia de software en chips Geforce y Titan y obligará a las organizaciones a adquirir tarjetas específicas más caras, Tesla V100: «El software no tiene licencia para despliegues en centros de datos…».
Grupos de usuarios han advertido de la legalidad de la medida especialmente por el cambio unilateral y retroactivo de uso de hardware ya adquirido y además, por una imposición que no sea por una protección de seguridad o regulación gubernamental.
Obviamente, la decisión de NVIDIA es puramente comercial, ya que las Tesla multiplican hasta 10 veces el precio de las GPUs de consumo más potentes, si bien la compañía menciona que éstas no fueron diseñadas para «entornos exigentes a gran escala» como el despliegue en centro de datos.
Este cambio «podría tener un impacto enorme en ámbitos como institutos de investigación que utilizan GPUs de menor costo para procesar datos«, mencionan los críticos, señalando que gran parte de estos centros no necesitan realmente la potencia en doble precisión que ofrecen las Tesla.
NVIDIA dice estar «trabajando conjuntamente con su base de usuarios caso por caso, para resolver cualquier preocupación de los clientes». La vulneración de las condiciones de uso pueden resultar en la anulación de la garantía.