Tiendas autónomas: 5 preguntas a resolver

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Las tiendas autónomas llevan un tiempo siendo una realidad que plantean el futuro del retail. Una tendencia que parece que continuará durante este 2022 y afianzará un modelo de negocio que hasta ahora estaba relegado a las máquinas de autoservicio. Un formato de venta que plantea muchos interrogantes para los vendedores más medianos o pequeños, pero también abre nuevas oportunidades tecnológicas y comerciales.

Aunque en España todavía no hemos visto ningún ejemplo de una tienda totalmente autónoma -aunque sí espacios que tienen a buscar el autoservicio-, en otros países como Estados Unidos o Reino Unido llevan tiempo mostrándonos opciones. Amazon con sus Go o los supermercados Sainsbury en Londres. Un ideal de establecimiento donde la tecnología alcanza su máximo exponente para ponerse al servicio del cliente, pero que también plantean interrogantes.

¿Són fácil de implementar y mantener?

No es fácil responder a esta pregunta. La innovación ha avanzado mucho para hacer posible las tiendas autónomas, pero es cierto que la tecnología implicada no es sencilla de implementar ni suele ser asequible para todos los bolsillos. Es por ello que lo más recomendable es aprovechar los conocimientos y experencia de referencias en el mercado para abordar un proyecto de este tipo.

Aquí lo realmente importante es analizar las necesidades, para posteriormente planificar las posibilidades y ponerlas en marcha para observar si realmente funcionan. En este sentido, es fundamental contar con un buen análisis donde se evalúe cómo será el local, qué tecnología será necesaria y cómo será la experiencia de compra. Tecnologías de IoT, escaneo de productos y pagos automáticos serán imprescindibles para construir este proceso de compra.

Una vez evaluado e instalada la tecnología, será el momento de probar antes de abrir de cara al público. Realizar las pruebas pertinentes y elaborar un plan de mantenimiento y ejecución que permita que el punto de venta pueda funcionar más allá de los primeros días de prueba.

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¿Son seguras?

Otra pregunta que se puede plantear es aquella que tiene que ver con la protección de los productos y el establecimiento en sí. Si bien puede parece que sin atención humana visible las tiendas autónomas pueden ser menos seguras, lo cierto es que la tecnología puede ayudar a que la protección sea aún mayor.

La videovigilancia, el control de productos con etiquetado inteligente o los sensores pueden ser tecnologías que bien aplicada ofrezcan una garantía superior a las medidas de seguridad tradicionales. Pero, por supuesto, esto necesitará de un control y seguimiento por parte de «dos ojos» especializados.

¿Son beneficiosas para el retail?

Dependerá del caso y de las necesidades del vendedor, pero las tiendas autónomas presentan una modalidad más de vender con muchas ventajas para el retail. Y valorar esa opción debería ser el primer paso.

Las tiendas autónomas pretenden llevar la tecnología al límite. Un espacio que, con las herramientas TI correctas, puede ofrecer mucha información a los vendedores que no podrían recoger de otra manera. Un espacio, que bien gestionado, puede maximizar la rentabilidad ya que elimina costes humanos o de gestión de productos, entre otros.

Las tiendas autónomas no vienen a destruir a la tienda física tradicional, pero si a complementarla en determinadas ocasiones. Y es que estos puntos de venta puede ser de gran ayuda en centros comerciales de gran afluencia donde se busca gestionar rápidamente ventas o en espacios donde introducir a un dependiente 24 horas al día puede ser poco rentable.

¿Impactarán en el empleo?

Otra de las cuestiones que muchos se plantean cuando se introduce tecnología en las tiendas, es cómo esta hará prescindir de recursos humanos. Aunque es cierto que las tiendas autónomas no necesitan dependientes físicos como estamos acostumbrados a ver en cualquier espacio comercial, esto no significa que el establecimiento funcione sin personas. Tan solo sus funciones varian.

Con las tiendas autónomas, la intervención humana se modifica y se relega a un plano de gestión, monitorización y supervisión que permite que estos empleados puedan dedicar su tiempo a otras tareas mucho más especializadas y de valor. Así, los trabajadores pueden dedicar más tiempo a analizar los movimientos de mercado, buscar los productos que necesitan sus clientes o entender cuáles son sus hábitos para mejorar su experiencia de compra, entre otros.

¿Merecen la pena?

La gran pregunta que recoge todas las anteriores. Las tiendas autónomas presentan un concepto para que todo el retail ni consumidores están preparados. Pese a que el futuro parece que irá en esa dirección, evaluar dónde estamos y cuál es nuestra estrategia debe ser el primer paso.

A partir de ahí, debemos saber que la tecnología que permite crear las tiendas autónomas no son para todos los bolsillos. Un presupuesto que debemos valorar e incluso, plantear asumir de forma parcial, para comenzar el camino hacia un espacio comercial digital que permita ofrecer todo lo que el consumidor.

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Coordinadora editorial de MuyCanal. Danzando día a día entre partners, mayoristas y fabricantes para profundizar en el canal de distribución tecnológico.