La codiciada división de memorias de Toshiba serán finalmente para el grupo liderado por Bain Capital e incluye grandes tecnológicas como Apple, Dell, SK Hynix Inc y Seagate. El culebrón se termina al menos en su primera fase con el anuncio oficial del acuerdo de Toshiba con el consorcio Bain para vender su división de chips por 18.000 millones de dólares.
Toshiba mantendrá una participación, además de la del grupo japonés Hoya Corp, porque se pretende mantener el control de un negocio importante en Japón, asegurando al mismo tiempo los fondos necesarios para ayudar a Toshiba a reparar su balance dañado.
La división de memorias de Toshiba es la segunda mundial por ventas y tiene un gran prestigio. Además, la operación llega en un momento de alta demanda con un mercado de los semiconductores batiendo todos los récords, en los grupos de lógica, micro-circuitos o sensores y especialmente en el de las memorias.
La operación tiene muchas lecturas. Entre ellas la estrategia de Apple para garantizarse un componente esencial para poder fabricar millones de dispositivos y, de paso, reducir su enorme dependencia de Samsung, el gran dominador mundial del segmento con un 40% de cuota en memorias flash. Apple aportará al menos 1.500 millones de dólares.
Otra visión es la de Western Digital Corp, socio de Toshiba a través de la compra de SanDisk, y que esgrimía un derecho de veto ante la venta a algunos de sus rivales, como Seagate. WD ya ha advertido que espera obtener una orden judicial para bloquear este acuerdo a la espera de la resolución de una demanda que podría tardar dos años en aclararse.
Veremos cómo termina un caso que afecta a todo el mercado y el canal. La demanda ha aumentado en todas sus variantes especialmente en las flash utilizadas en dispositivos móviles. Frente al exceso de oferta de años anteriores, actualmente la producción no es capaz de cubrir la demanda y los precios han subido con fuerza en los últimos meses en medio de una “guerra de las memorias”.