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Pautas para un comercio electrónico más sostenible

El crecimiento imparable del comercio electrónico lleva asociado una serie de prácticas no tan sostenibles como sería deseable. Aunque muchas empresas ya están empezando a abordar prácticas más respetuosas con el medioambiente, aún quedan muchos aspectos en los que se pueden avanzar. Y estas son algunas claves para conseguirlo y disfrutar de un ecommerce más sostenible.

La pandemia ha sido un factor clave en el impulso del comercio electrónico en el mercado español. No obstante, esa senda alcista se ha seguido manteniendo finalizados los meses más duros de confinamiento de la población que llevó a un impulso notable de las ventas online.

Según la ‘II Radiografía de Consumo y Coronavirus’ de Webloyalty, el comercio electrónico creció en España un 35% el pasado 2021, una evolución muy positiva que se espera que siga en los próximos años, si bien no al mismo ritmo.

Sin embargo, la cara menos amable del ecommerce tiene que ver con prácticas no sostenibles que, más allá de los costes económicos, también conllevan una serie de costes medioambientales. Afortunadamente, la toma de conciencia por un desarrollo sostenible es algo cada vez más habitual en las empresas, y las que se dedican al comercio electrónico no son una excepción.

El 72% de los consumidores compra más productos sostenibles

No en vano, los datos de Nielsen ponen de manifiesto que el 73% de los compradores han cambiado sus hábitos para reducir el impacto medioambiental, y un 72% está comprando más productos sostenibles. El último informe de Global E-waste Monitor cifra en 53,6 millones de toneladas los desechos electrónicos generados en todo el planeta. Solo un 17,4%de dispositivos informáticos se reciclan adecuadamente, lo que refleja la necesidad de ofrecer a los consumidores una alternativa.

Esto está llevando a que las empresas de comercio electrónico estén empezando a adquirir nuevas prácticas cada vez con más conciencia medioambiental. En consecuencia, asistimos a una fuerte apuesta por procedimientos de producción, gestión, venta y distribución más alineados con el respeto medioambiental.

En este escenario, aunque los objetivos de sostenibilidad están más o menos claros y los ecommerce saben lo que quieren, aún se plantean muchas dudas acerca de cómo abordarlo.

Punto de partida para impulsar la sostenibilidad

Partiendo de la premisa de que los consumidores apuestan cada vez más por la compra de productos sostenibles, poner las miras en los materiales y métodos de producción es un primer gran paso.

Tener en cuenta si los productos proceden de fuentes sostenibles, si son de origen orgánico o si los empleados trabajan en condiciones laborales justas son aspectos que cada vez cobran mayor relevancia. Pero una cuestión a tener muy en cuenta es si los productos tienen una alta rotación, lo que implicaría un consumo rápido y, por ende, la generación de más desperdicios.

sostenibilidad

Tras realizar una auditoría ambiental en la que se examinen las emisiones de CO2 directas, las indirectas, el consumo de energía eléctrica y otros gases de efecto invernadero, llega el momento de diseñar un plan de reducción de emisiones y contaminantes.

Una vez conseguidos estos datos que se pueden medir, el siguiente paso para tener un ecommerce más sostenible es elaborar un plan para la reducción y eliminación de las emisiones y residuos.

En este plan, hay que tener siempre muy presenta la máxima de la sostenibilidad: el mejor residuo es el que no se genera. Partiendo de esta premisa, es clave empezar por reducir el consumo, especialmente, de energía, agua y materias primas.

A partir de ahí, es importante revisar bien el catálogo de productos que se ofrecen en el ecommerce y ver si se fabrican con altas emisiones contaminantes, mediante la explotación de mano de obra, o si pueden ser sustituidos por productos producidos mucho más cerca, por lo que las emisiones en su transporte son menores.

En el caso de las ventas online, el transporte de mercancías entre almacenes y el envío al usuario es la fase que conlleva mayor impacto medioambiental. ¿Cómo está abordando el ecommerce esta problemática?

La clave logística

Según estudios recientes de The German Environment Agency (Umweltbundesamt – UBA), los procesos utilizados en el packaging y transporte en el comercio electrónico suponen entre el 1-10% de las emisiones de CO2 en el planeta.

Cada vez son más las compañías que cuentan con los recursos necesarios para concentrar todos los envíos de un mismo cliente para no dividir la compra en varios envíos y reducir el número de viajes, con el consiguiente ahorro en CO2.

El envío a puntos de recogida cobra relevancia frente a la entrega a domicilio

Junto a esta consolidación de envíos, también cobran relevancia las alternativas a la entrega a domicilio, apostando por taquillas ubicadas en lugares clave, o en puntos como comercios, gasolineras o supermercados, que ahorran tiempo y transporte.

Thomas Hagemann, fundador y codirector de Seven Senders apunta que las entregas en puntos de recogida conllevan grandes beneficios medioambientales ya que reducen 300g de CO2 por paquete en comparación con la entrega a domicilio.

En las entregas de última milla también pueden verse otras iniciativas interesantes por parte de los ecommerce como la apuesta por empresas de mensajería que utilizan sistemas de transporte sostenible o con bajas emisiones. Una apuesta en boga que está acelerando la creación de empresas de este tipo.

Además, desincentivar la compra compulsiva que incrementa el volumen de devoluciones priorizando la compra de productos de proximidad, no solo ayuda a reducir los efectos del CO2 por los viajes, sino que también contribuye a impulsar la economía local.

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De acuerdo con un estudio de Seven Senders con datos relativos a los compradores online de países europeos como Alemania, Austria, Suiza, Francia, Italia, España y Países Bajos, el 70% de los usuarios está dispuesto a pagar si los envíos son sostenibles. Este dato, que en 2021 se cifró en un 54%, demuestra que la concienciación aumenta a pasos agigantados.

El movimiento entregasostenible.org, impulsado por Empresas por la Movilidad Sostenible es un ejemplo del interés de los ecommerce por promover un consumo responsable y garantizar el compromiso con la sostenibilidad en toda la cadena de valor del comercio electrónico.

Un nuevo packaging más sostenible

La apuesta por un packaging más sostenible, evitando el plástico y prescindiendo de envases en los que haya distintos materiales que dificulten su separación para el posterior reciclaje, gana cada vez más adeptos.

En este sentido, es fundamental ajustar el tamaño del embalaje al del producto para no solo optimizar el espacio en el transporte, sino también eliminar rellenos innecesarios, así como seleccionar materiales reutilizables o reciclables que garanticen un mínimo impacto ambiental.

El packaging inteligente de PcComponentes le permite reducir el consumo de cartón en un 50%

Ejemplos como el de PcComponentes pone de manifiesto cómo aún se pueden realizar importantes avances para tener un packaging más sostenible. La compañía ha incorporado un sistema inteligente de empaquetado llamado Carton Wrap del fabricante CMC, que consigue fabricar cajas a medida según el tamaño del producto a enviar, lo que reduce el consumo de cartón hasta en un 50% y de plástico para materiales de relleno hasta en un 90%, sin afectar a la seguridad del contenido.

Además, al optimizar el tamaño de las cajas, el número de pedidos que pueden incluirse en un mismo camión para su envío se ha incrementado en un 40%. Con ello se consigue ahorrar el combustible equivalente a realizar 75.000 kilómetros, y ganar en eficiencia y al disponer de 900 cajas preparadas para entregar cada hora.

Sin duda, un ejemplo más de que la insostenibilidad del modelo actual genera muchos costes directos e indirectos, mientras que las organizaciones que apuestan por la sostenibilidad real generan valor.

Iniciativas de reciclaje y reuso

Junto a estas mejoras, los ecommerce también pueden adoptar prácticas que fomenten la economía circular, en lugar del consumo masivo.

El uso de un software PIM (Product Information Management) está cada vez más implantado en las empresas de comercio electrónico que apuestan por la sostenibilidad. La razón es que permite flujos de trabajo sobre el catálogo más ordenados y automatiza los procesos de revisión y conexión de datos de producto, aumentando la eficacia y reduciendo el malgasto de tiempo y recursos de la empresa.

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Además, en muchas plataformas de ecommerce como Shopify, se ofrecen plugins orientados a prácticas sostenibles, que mejoran esta faceta de los negocios y además inspiran confianza en clientes preocupados por este aspecto. Por ejemplo, un plugin puede incentivar a contribuir a reducir la huella de carbono causada por cada compra en una tienda online.

Algunas marcas y retailers incentivan a los clientes a reusar los paquetes de los envíos, no sólo en las devoluciones y cambios, sino como retorno con algún incentivo para evitar el malgasto de materiales o el exceso de reciclaje, aunque esto es menor, que también conlleva una inversión de recursos.

La reventa de productos ya usados por los clientes también es una opción por la que los consumidores muestran cada vez más interés. Un marketplace de reventa a precios más bajos fomenta el reuso antes que el reciclaje, y genera una comunidad en torno a los productos. Vinted o Wallapop son una buena muestra de ello.

Hacia un nuevo modelo de sostenibilidad

En un plan de apuesta por la sostenibilidad, todas estas prácticas deben ser visibles para los clientes, ya que así están informados de los valores y medidas de la empresa. Al mismo tiempo, esto también puede ayudar a concienciar a otras empresas sobre la importancia de apostar por prácticas que contribuyan a la sostenibilidad del planeta.

No obstante, bien es cierto que muchas empresas alardean de tener prácticas ‘verdes’ cuando en realidad es todo marketing sin un verdadero plan de sostenibilidad y haciendo lo mismo de siempre. Es el denominado greenwashing. Huir de estas prácticas es clave ya que, más tarde o temprano, la verdad sale a la luz.

Invertir tiempo y recursos en crear un comercio electrónico más sostenible permitirá ganar en ahorros y eficiencia del negocio al tiempo que se consigue generar un impacto positivo en los clientes, la sociedad y el medioambiente.

Imagen inicial | Aaron Burden

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Periodista especializada en tecnología e innovación con más de dos décadas de experiencia cubriendo la información del canal TI