La nueva situación, surgida como consecuencia del impacto de la pandemia por coronavirus, ha acelerado la implementación del trabajo remoto en miles de organizaciones de todo el mundo. En este nuevo escenario, la infraestructura empresarial necesaria para respaldar la revolución de trabajar desde cualquier lugar dependerá de IoT, los gemelos digitales (o Digital Twins), y de la realidad inmersiva. Pero no serán las únicas tecnologías clave para avanzar en este escenario.
Las oficinas físicas tradicionales han experimentado un notable cambio en los últimos años. Sin embargo, en pocos meses, la pandemia por coronavirus ha revolucionado completamente la forma en la que miles de profesionales desarrollan su labor impulsando el trabajo en remoto.
Si bien en los momentos iniciales, con los confinamientos más estrictos, el teletrabajo fue una solución “temporal” adoptada por muchas organizaciones, a medida que la situación ha sido más laxa, la aparición de entornos de trabajo híbridos, en los que se combina lo físico y lo virtual, ha sido la tónica dominante.
El 80% de las empresas ha implementado políticas de trabajo en remot0
Esta apuesta ha llevado a que prácticamente todas las grandes empresas de tecnología, desde Google hasta VMware, hayan renunciado al regreso de los empleados a sus oficinas físicas. Según una reciente encuesta realizada por 451 Research, el 80% de las empresas ha implementado o ampliado políticas de trabajo desde casa, y el 67% planea mantener, al menos, parte de trabajo en remoto a largo plazo, o de forma permanente.
Esta buena acogida que parece haber tenido el teletrabajo en estas circunstancias viene avalada por estudios como el realizado por la London Business School, según el cual, los trabajadores, por lo general, han afrontado el desafío del trabajo en remoto con gran éxito, manteniendo la continuidad de los negocios e impulsando su productividad.
Otro de los aspectos positivos que ha aportado el teletrabajo es que, comparando las encuestas realizadas en 2013 con empleados, en 2020 se ha visto como éstos dedican ahora un 12% menos tiempo a reuniones, y un 9% más tiempo a interactuar con clientes y partners. Además, otro aspecto positivo que aporta el trabajo en remoto es que los trabajadores del conocimiento realizan un 50 %más de actividades que surgen de su elección personal y un 50% menos actividades porque alguien se lo ha pedido.
Hacia los entornos híbridos
Todos estos aspectos positivos que ha conllevado el teletrabajo no han eliminado por completo las oficinas físicas que se comparten, al menos ocasionalmente, con otras personas.
Son pocos los negocios que apuestan por el cierre de sus oficinas tradicionales físicas de forma permanente. La mayoría de las empresas aún está sopesando el regreso de sus empleados a la oficina en algún momento. Y pocas organizaciones han logrado la paridad total entre la infraestructura de apoyo que brindan a los empleados que trabajan desde casa y el nivel que tienen aquellos que dependen de una oficina física.
En el futuro, la mayoría de los trabajadores pasarán sus carreras en entornos de trabajo híbridos
Al menos para los trabajadores del conocimiento, como para muchos otros, la economía global les está llevando hacia el «trabajo desde cualquier lugar». Y todo apunta a que, en el futuro, la mayoría de estos trabajadores pasarán sus carreras en profesionales entornos de trabajo híbridos que combinan espacios físicos y virtuales, con patrones que cambian continuamente.
Gran parte de este cambio fomentará la cultura laboral, los comportamientos y los procesos orientados a la productividad híbrida, distribuida y del trabajo desde cualquier lugar. Incluso ya se está viendo cómo este nuevo orden comienza a transformar entornos de trabajo.
Las TI como facilitadoras
Todos estos cambios llevan a muchos a preguntarse acerca del impacto que provocará en la infraestructura TI de las empresas. La mayoría ya ha visto la necesidad de contar con una serie de tecnologías que podríamos denominar “fundamentales”, y que facilitan el trabajo y la colaboración remota de forma productiva.
Cada vez más, las organizaciones apuestan por modelos híbridos que ofrecen flexibilidad para, de esta forma, la mayoría de los trabajadores pueda acudir a la oficina física y trabajar en remoto, desde su casa o cualquier otro lugar, y cuando quiera. Esto contribuirá a que cada vez más aumente el grado de confianza en las tecnologías de colaboración remota, el cloud computing, la automatización de procesos robóticos y otras herramientas de productividad.
Y, para evitar que la productividad se vea afectada, las organizaciones deberán proporcionar una infraestructura de servicios automatizados de seguridad, respaldo, recuperación y cumplimiento en la nube. Todos estos servicios estarán disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana para todos los empleados, independientemente de si están trabajando desde una oficina física, su casa, la oficina del cliente o en otro lugar.
Es la idea de la iniciativa Modern Computing Alliance, una alianza creada por Google y otros proveedores de tecnología, como Citrix, Dell, Intel, Slack, VMware y Zoom, entre otros, en la que definen un enfoque común de la industria tecnológica para admitir entornos híbridos que conectan, combinan y permiten un movimiento fluido entre lugares de trabajo físicos y virtuales.
Este grupo está abordando, sobre todo, aquellas cuestiones que hacen referencia a la colaboración, identidad, seguridad, transparencia y orientación del trabajo remoto. Sin embargo, no se espera que sea hasta mediados de año cuando el grupo muestre sus planes concretos, ya que inicialmente solo han anunciado su intención de avanzar en la simplificación (gestión de dispositivos), la analítica (dispositivo y usuario únicos) y la optimización (nivel de dispositivo, rendimiento mejorado por hardware y flujos de trabajo de los empleados).
IoT, un elemento clave
Los pasos de esta alianza de líderes tecnológicos pone de manifiesto la necesidad de incorporar IoT (Internet de las Cosas) en el tejido de las organizaciones para gestionar la planificación, el seguimiento y el control en un mundo rico en sensores donde las personas trabajan desde prácticamente cualquier espacio público o privado.
En un espacio de trabajo remoto y distribuido, los sensores basados en IoT transmitirán datos en tiempo real de las métricas en las instalaciones, como la temperatura ambiente, la iluminación, la ocupación de espacios, y la seguridad. Esto permitirá que dispositivos conectados lleven a cabo acciones automatizadas de conformidad con las políticas de la empresa en materia de salud, seguridad y productividad, entre otras.
La mayoría de los sensores y dispositivos IoT en la fuerza laboral remota estarán integrados en smartphones y otros dispositivos periféricos que los trabajadores ya tienen a su disposición. Por su parte, los endpoints de IoT se implementarán en dispositivos periféricos portátiles y robots proporcionados por la empresa para su uso en cualquier espacio en el que los trabajadores elijan desarrollas su actividad, como un automóvil o en la oficina del cliente.
Las redes IoT impulsarán plataformas de limpieza que automatizarán la desinfección de espacios
Para mantener a los trabajadores distribuidos a salvo de infecciones, estas redes de sensores basadas en IoT impulsarán plataformas de limpieza robóticas que automatizarán la desinfección de los espacios antes de que los trabajadores y los clientes los ocupen. Para que esto sea posible, los trabajadores deberán descargar e instalar aplicaciones de proximidad y biodetección en sus smartphones antes de ocupar estos espacios compartidos.
Las cámaras inteligentes y los sensores térmicos detectarán cuándo las personas podrían estar infectadas y se activarían automáticamente restricciones de ingreso, advertencias en la oficina, tácticas de limpieza automatizadas y otras respuestas basadas en la infraestructura para prevenir o contener una infección.
El potencial de los gemelos digitales y la realidad inmersiva
Desenfocar entornos físicos y virtuales es otro sello distintivo de este nuevo mundo de trabajo desde cualquier lugar. En consecuencia, una característica clave del futuro que la Modern Computing Alliance parece haber ignorado es la necesidad de incorporar la tecnología del “gemelo digital”, o Digital Twins.
Estas réplicas virtuales de un producto, servicio o proceso que simula el comportamiento de su homólogo físico, con el objetivo de monitorizarlo, analizar su reacción ante determinadas situaciones y mejorar su rendimiento y eficacia, se ha convertido en clave al reflejar una entidad física a lo largo de su ciclo de vida.
Recientemente, Microsoft lanzaba su servicio Azure Digital Twins. En gestación durante los últimos dos años, este servicio permite a los diseñadores industriales planificar, modelar, implementar, monitorear y controlar un entorno físico basado en el borde / IoT cargado de sensores.
Impulsar el desarrollo de robots colaborativos para lugares de trabajo híbridos es una buena opción para estas ofertas de gemelos digitales.
El trabajo remoto impulsará la necesidad de una realidad inmersiva
Asimismo, el trabajo remoto tiende a carecer de la asistencia práctica e interactiva que esperamos del personal de asistencia técnica y administrativa in situ. Esto llevará a que la necesidad de una realidad inmersiva pase a un primer plano. La tecnología incluye realidad aumentada, realidad virtual y realidad mixta.
A medida que sea más accesible en los kits de herramientas de los desarrolladores, éstos crearán aplicaciones que brinden una calidad de experiencia práctica e interactiva incluso en las tareas de trabajo más virtuales y remotas.
Fomentar una mayor colaboración
Con todo ello, queda claro que las oficinas físicas no desaparecerán, pero nunca volverán a ser el lugar de trabajo predeterminado para la mayoría de los trabajadores del conocimiento. Eso no es necesariamente algo malo.
En el futuro, la cuestión de dónde trabajar se convertirá en una barra deslizante configurable que las unidades de negocio, los equipos y las personas pueden empujar hacia adelante y hacia atrás para adaptarse a las circunstancias cambiantes. La gran esperanza está en que la industria TI pueda unirse rápidamente para definir una visión práctica de la infraestructura, las herramientas y los estándares que se necesitarán para hacer avanzar la revolución del trabajo desde cualquier lugar.
Para empezar, avanzar en la colaboración entre los grupos de la industria que están impulsando la estandarización de los fundamentos tecnológicos de este nuevo mundo de entornos de trabajo híbridos distribuidos, como la Modern Computing Alliance, sería clave para dar un paso de gigante hacia un futuro que ya está muy presente.
Imagen inicial | Avi Richards